El alcalde de Sóller, Carlos Simarro, expresó ayer su malestar con el vertido de fecales procedente de la depuradora del valle que el fin de semana afectó a varios cultivos que ocupan una extensión de más de 2.000 metros cuadrados de suelo. El primer edil exigió "una solución a este problema para que en el futuro no se vuelva a repetir".
Según explicó, la depuradora de Sóller "hace mucho tiempo que no funciona bien", algo que "viene generando problemas de vertidos y malos olores que generan problemas vecinales y medioambientales" que "solo se solucionarán cuando el Govern.
Simarro concretó que la depuradora de Son Puça "está obsoleta" puesto que "realiza periódicamente vertidos invisibles al mar cada vez que llueve con cierta intensidad".
