El macabro hallazgo de más de 200 cuerpos y restos sin enterrar macabro hallazgo de más de 200 cuerpos y restos sin enterrar de este verano en el cementerio de Son Coletes de Manacor acaba sin responsables directos. Y es que, tal y como ha adelantado la Revista 07500, la Justicia no ve indicios de delito en las actuaciones posteriores al traslados de estos restos en 1983 aunque sí fueron incorrectas desde el punto de vista sanitario. En todo caso, en el supuesto que hubiera habido delitos en los años que ocurrieron los hechos, éstos ya habrían prescrito.

El responsable de Cementerios, Carles Grimalt, ha explicado que en estos momentos tanto los servicios jurídicos del Ayuntamiento como el secretario están analizando el expediente de más de 200 folios remitido por el juzgado de instrucción porque hay algunos puntos cuya interpretación puede llevar a confusión.

Una vez analizado, los responsables políticos del consistorio manacorí sabrán qué pasos hay que hacer y cómo actuar con estos cuerpos y restos hallados este verano acumulados en al menos tres salas del camposanto. "Lo primero que se debe hacer es determinar si el Ayuntamiento es responsable de las actuaciones que se puedan hacer", ha dejado claro el regidor Carles Grimalt que recuerda que lo que se ha vivido este verano ya se vivió hace 20 años pero "nadie solucionó nada". Ahora, sentencia el concejal, "se arreglará" porque "es mi máxima prioridad".

A pesar de que cuando estalló la noticia el Ayuntamiento elaboró una lista de exempleados y exconcejaleslista de exempleados y exconcejales responsables del cementerio para ponerla a disposición judicial, ninguno de los responsables desde que sucedieron los hechos serán llamados a declarar.

A principios de agosto, lo que era una visita rutinaria de los regidores Carles Grimalt y Núria Hinojosa al cementerio manacorí para conocer de primera mano el estado del camposanto terminó con un macabro descubrimiento y llenando páginas de los medios de comunicación. En su visita les llamó la atención una de las salas, cerrada con una puerta metálica con candado y con la cerradura herrumbrosa.

Ambos ediles pidieron ver el interior. Al no encontrar ninguna copia de la llave, empezaron a sospechar y decidieron forzar la puerta. Descubrieron un dantesco panorama formado por cajas con cuerpos y restos sin sepultar. En total calculan que había más de 200 acumulados en tres salas distintas probablemente de entre 1982 y 1983, fechas coincidentes con la última gran reforma y ampliación del camposanto.