Toda fiesta tiene su final. Y todo momento de euforia va seguido de una vuelta a la calma. El frenesí nunca es perpetuo. Y el frenesí económico, tampoco. ¿Pero le pasará lo mismo a la burbuja del ladrillo del lujo en Mallorca? Aparentemente, su salud es envidiable. En los últimos años, el mercado inmobiliario para bolsillos exclusivos ha cabalgado sobre crecimientos porcentuales de hasta dos dígitos. Zonas como el suroeste de la isla se han convertido en el nuevo El Dorado de las inmobiliarias de lujo. Las oficinas blancas y relucientes con carteles de mansiones se han adueñado de núcleos como Santa Ponça, Port d'Andratx o Port d'AndratxPortals Nous.

¿Hasta cuándo llegará esta era dorada? Ésa es la pregunta que se ha hecho un reputado medio como el Financial Times, diario considerado como la biblia del periodismo económico internacional. Recientemente, dedicaba un extenso artículo al tema, centrándose sobre todo en el caso del suroeste de la isla, el Ponent que forman Calvià y Andratx.

El precio por metro cuadrado en las propiedades vacacionales en esta área se encarama a los 7.222 euros, según un estudio del Centre for Real Estate Studies (CRES) para la compañía Porta Mallorquina. Detrás quedan Palma (6.138 euros por metro cuadrado) y el sureste (4.530).

El artículo del Financial Times recoge estimaciones como la de una de las mayores consultoras inmobiliaras del mundo, Knight Frank, que considera "insostenible" el aumento de precios en el mercado mallorquín de casas de más de tres millones de euros.

"Habrá un ajuste"

No son tan categóricos cuando se pregunta en el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliara de Balears. En declaraciones a este diario, su vicepresidente, José Miguel Artieda, reconoce que sí, que habrá un "ajuste de precios". Según explica, ese reajuste afectará al mercado inmobiliario de lujo, pero sobre todo lo hará sobre el segmento inferior de viviendas. A la hora de explicar este ligero enfriamiento, menciona claramente un factor: "La situación económica europea y mundial". Dicho en otras palabras, el dinero es temeroso ante los vaivenes económicos y no prefiere embarcarse en aventuras. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha agitado fantasmas de un pasado no muy lejano. Desaceleración, entornos políticos volátiles y una deuda pública que alcanza niveles de récords. Si todo ello lo aderezamos con un incierto Brexit, el resultado es un panorama poco alentador para cualquier sector económico. Timo Weibel, CEO de Porta Mallorquina (una inmobiliaria con una amplia cartera de propiedades selectas), apunta que la explicación es más sencilla que todo esto. Dice que "el mercado se está consolidando un poco" después de dos, tres años de frenesí. "Los precios continuarán subiendo, pero no tan drásticamente como en el periodo 2015-2018", sostiene.

¿Y qué sucedió en ese periodo del 'boom' de las casas de lujo? Weibel señala que España "sufrió más" que otros países por la crisis inmobiliaria, "y apenas experimentó ningún aumento de precios hasta 2015". A partir de ese año, continúa, el mercado inmobiliario español se recuperó y se puso al día de forma acelerada.

Para explicar el boom del mercado inmobliario del lujo en zonas como el suroeste de la isla en los últimos años, el CEO de Porta Mallorquina aporta otra idea esclarecedora. "Las actividades de nueva construcción, con una participación de alrededor del 80%, se concentraron principalmente en el sector de lujo, lo que aumentó aún más el precio por metro cuadrado. Aproximadamente el 40% de estos nuevos edificios de lujo se encuentran en el suroeste, lo que provocó que los precios en esta región ya muy buscada aumentaran aún más", detalla.

Cuando se le pregunta a una agente inmobiliaria con sede en el Port d'Andratx - una milla de oro en toda regla- si nota un cierto parón, sonríe de oreja a oreja y comenta: "Qué va, no creo que sea así, ¡pero si acabamos de poner a la venta una casa en Cala Llamp por 16 millones de euros!".