Las crisis en las juntas locales del PP de Andratx y de Búger podrían no ser las últimas. De ello avisan los críticos con la cúpula de Biel Company, que señalan que estos movimientos "son sólo el principio". Lo relativiza la dirección del PP balear, que los ve casos aislados. Ahora, el objetivo es que no se multipliquen los incendios en el partido y esto pasa por evitar nuevas crisis en otras juntas locales, las primeras, las de Calvià e Inca.

La semana empezaba para el PP con la dimisión de la presidenta y la secretaria de la junta local de Andratx, Estefanía Gonzalvo y Anabel Curtó, respectivamente, denunciando la "actitud de indiferencia" que sufren desde hace meses por parte de Biel Company. Tratando de reconducir esta situación, la dirección popular se encontraba el miércoles con la renuncia de la junta local de Búger. Reaccionando todavía a este episodio, renunciaba ayer uno de los presidentes de distrito en Palma. Un cúmulo de portazos que voces críticas con Company señalan que "no son casualidad" y que "responde a un caldo de cultivo" que viene de atrás. "Es sólo el principio", alertan.

Según estas mismas voces, son inminentes nuevos episodios similares en Calvià, en Inca o en Marratxí. Lo atribuyen a la falta de reacción por parte de la dirección regional del partido después de las elecciones del 10N, donde señalan que mientras el partido celebra la mejora de sus resultados, obvia el sorpasso de Vox en Inca o Marratxí o que la extrema derecha le pisa los talones en Palma o en Calvià.

Disputas internas en las juntas

Fuentes de la dirección regional del partido, sin embargo, desligan que exista conexión entre estos episodios: los atribuyen a disputas internas en las propias juntas o a rebotados por no haber sido colocados por el partido. En el caso de Búger, se apunta a las diferencias entre la junta local y el portavoz municipal, Rafel Reus, como confesaban ayer desde esta misma agrupación.

Además, fuentes de la dirección acusan a los críticos, al frente de los cuales ubican al exconseller de Turismo Jaime Martínez, quien se presentaba como alternativa a Company hasta que José Ramón Bauzá trató de recuperar el partido en el congreso de 2017, de tratar de aprovechar las dimisiones para forzar un congreso, que, por otra parte, descartan que vaya a tener lugar por ahora, asegurando que Company goza del apoyo de la dirección nacional de Pablo Casado.

Sin embargo, lo que sí admiten, es que el partido deberá resolver pronto la situación que atraviesan las juntas del PP de Calvià y de Inca.

Amenaza de Vox

En Calvià el partido lleva descabezado desde después de las elecciones cuando José Manuel Ruíz renunció a seguir al frente de la formación en el municipio. Desde entonces, quien ha asumido las riendas de manera interina es la ahora portavoz municipal Luisa Jiménez, si bien, desde entonces, existe cierta división en el grupo municipal.

Además, cabe recordar que en Calvià, el partido sufrió antes de las elecciones varias bajas, incluidas la de dos de sus concejales en el Ayuntamiento, con destino a Vox.

En Inca, la situación es aún más complicada después de que un sector importante de las bases pidiera la dimisión de su presidente Rafel Torres, después de los malos resultados de las municipales. Con el sorpasso de Vox en las generales, el malestar es ahora aún mayor.

En cualquier caso, desde la dirección del partido se entiende que ahora que se han superado los procesos electorales hay que empezar por resolver estas dos juntas. No obstante, desligan un caso como el otro de malestar con la dirección regional de Biel Company ni con ningún movimiento crítico.

En el caso de Andratx se atribuye a maniobras del exalcalde Jaume Porsell, enfrentado a Company, la dimisión de Gonzalvo y Curtó, algo que niegan estos tres.