El ayuntamiento de Binissalem ha visto rescindido el crédito en algunos establecimientos del pueblo, según denuncian fuentes sindicales. El caso más destacable -argumentan- supone que tanto la brigada de obras municipal como la Policía Local deben acudir con dinero en efectivo a la gasolinera del pueblo si quieren repostar sus vehículos oficiales.
Las mismas fuentes indican que todo empezó hace unas semanas cuando unos funcionarios pretendían repostar combustible y se encontraron con que la tarjeta de que disponían estaba sin saldo. Otra fuente señala que desde el Ayuntamiento les han informado que se han cancelado las tarjetas de combustible para evitar que algún operario cometiera fraude y repostase su vehículo particular. Desde entonces deben acudir a una administrativa del Ayuntamiento que les proporciona la cantidad de dinero que deben invertir en combustible; una vez surtido el vehículo, deben entregar el recibo de la operación a la misma funcionaria.
La administración de la hacienda municipal no ha sido delegada, así que es gestionada directamente por el alcalde, Victor Martí (Unió x Binissalem. Este diario intentó recabar ayer las explicaciones del máximo responsable municipal pero estuvo ilocalizable durante todo el día. No contestó a las llamadas telefónicas ni a los recados que se efectuaron en el ayuntamiento de Binissalem.
Renuncias
Desde UGT manifiestan que "el Ayuntamiento experimenta un grave descontrol. La secretaria municipal renunció y se habilitó a una funcionaria que en estos momentos está de baja. La interventora se encuentra en excedencia". Pepa Ramis, portavoz del PSOE, acusa directamente al alcalde asegurando que "parece sentirse cómodo con la situación pues ahora nadie controla la gestión económica y hace lo que quiere a su antojo, arrastrando al Ayuntamiento a una situación incierta".
Andreu Villalonga, portavoz del PP, sostiene que "el hecho de que un establecimiento como la gasolinera corte el crédito al Ayuntamiento es sintomático de que se está agotando el dinero; se está malgastando". Villalonga asegura que "esta situación se debe a un grave retraso en el pago de facturas". Ramis asegura tajantemente que "existe ya un grave problema de liquidez en el Ayuntamiento, agravado por el oscurantismo del alcalde y falta de control de la caja municipal".
"Control desastroso"
Tanto Ramis como Villalonga aseguran que no se les permite "el acceso a las facturas que llegan al Ayuntamiento". Ramis insiste en que "el alcalde no contesta a las preguntas que se le formulan por escrito sobre los presupuestos ni sobre el gasto municipal. Tienen un desastroso descontrol de lo que pasa a nivel contable".
La oposición al completo acusa a Martí de vulnerar el reglamento municipal de manera consciente y sistemática a pesar de los reiterados avisos de los grupos municipales en la oposición. Denuncian el incumplimiento con respecto a las convocatorias de los plenos y de las comisiones informativas.
El pleno
Cesar Moreno, portavoz de Més, agrega que "la gestión económica municipal es cero. Víctor Martí lleva desde el mes de marzo de 2018 como alcalde; revalidando el cargo este año tras las elecciones, y desde entonces no ha sido capaz de presentar unos presupuestos. Sigue gobernando con los presupuestos prorrogados que redactó el PP en 2018".
El alcalde de Binissalem no convoca los plenos ordinarios del consistorio, que deberían celebrarse cada mes. Desde septiembre no se ha convocado ningún pleno ordinario; en su lugar Martí convoca sesiones extraordinarias; "lo hace para que no podamos formular preguntas de control, pues en las sesiones extraordinarias no lo permite el reglamento", denuncia Ramis.
