Ferrer Ferran, compositor y director valenciano se pone al frente de la Banda de música de Manacor con un repertorio formado por obras propias. La cita es esta tarde en el Auditori de Manacor (18.30h)
P ¿Qué nos encontraremos esta tarde en Manacor?
R Pues nos vamos a encontrar con un concierto mágico, con un programa formado por composiciones llenas de interés y difíciles tanto para el conjunto instrumental como también para los solistas. El público podrá escuchar algunas de mis composiciones como Sueño sin fin o La insurrección así como dos obras para solista: una para trompeta y banda y la otra para saxofón y banda. La primera de ellas, El boleo de Carmelo, es una partitura en forma de balada/bolero muy atractiva, muy melódica, la otra es un estreno mundial compuesto por encargo de la banda de Manacor, se trata de un divertimento para saxofón y banda que he titulado Manacor sax y que es extremadamente difícil para la saxofonista.
P ¿Qué hay de Manacor en ese estreno?
R Pues mucho ya que me he documentado sobre las melodías y tonadas populares de la zona y las he incluido en la composición. Para ello he tenido la ayuda del maestro Eduardo Bernabéu, actual director de la formación que me informó de algunas músicas relacionadas con fiestas locales.
P ¿Ha sido difícil poder conjugar la música popular con el estilo de una banda?
R En el fondo no mucho ya que he tomado los rasgos de esas melodías y las he transformado y adaptado. El resultado es una partitura de gran dimensión para la banda y para la solista, a la cual le encargo que interprete los temas que el público podrá reconocer.
P Para un compositor, ¿qué es más fácil, componer sobre temas ya existentes o inspirarse en temas propios?
R La inspiración se busca, no es fácil que llegue, esperarla puede ser eterno. Pero contestando a su pregunta le diré que es más difícil trabajar sobre temas ya existentes pues se te imponen unas premisas que debes respetar. Trabajar sobre motivos populares no es una creación libre en la que el compositor pueda recrearse, al contrario, parte de unas normas que debe tener en cuenta, que puede ir cambiando, pero dejando el espíritu de los motivos musicales sin que parezca una copia.
P ¿Cuál es la sensación de dirigir su propia música?
R Pues gratificante. Como compositor escribo música con la idea de hacer feliz al mundo. Ese es mi principio. Como director trato de meterme de lleno en la recreación, que es una manera de crear sobre lo creado; pero con el valor añadido de conocer todos los pasos que he dado para escribir cada compás. Entonces mi misión como intérprete es la de emocionar primero a los músicos y luego al público. Si los músicos se emocionan con una obra es mucho más fácil transmitir la emoción al oyente.
P ¿Cuál es el papel actual de las bandas de música?
R Aquella idea de hace años de entender las bandas como grupos ligados a las procesiones o a los pasodobles ha pasado a la historia. Hoy su papel es el de formaciones de concierto. Auguro decir que el futuro de la música está en las orquestas de viento, que son en el fondo las bandas. Las orquestas sinfónicas están ancladas en el pasado, en cambio los grupos de viento son los más interesados en innovar y cambiar el repertorio. Por otra parte existe hoy una gran cantidad de literatura sinfónica adaptada para banda. Y si a esto añadimos que la juventud está más cerca de las bandas que de las orquestas, no hay duda de que la música culta del futuro será la que interpreten las bandas.
