El Dijous Bo de Dijous BoInca arrancó con una jornada previa. Por primera vez todo el mercado payés del centro de la ciudad, el barrio de los artesanos y otras exposiciones abrieron a partir de las 11 horas; lo habitual de otros años era abrir por la tarde.

La lluvia deslució inicialmente y dificultó las labores de montaje. No obstante, a partir de las 13 horas dejó de llover y el público empezó a pasear. Incluso llegó a salir tímidamente el sol a media tarde.

Uno de los puntos más visitados durante la jornada de ayer fue la plaza de España, que recoge la muestra de plantas y flores.

El barrio de los artesanos, situado en la calle Pau y sus aledaños ofrecía una muestra variada de manufacturas y de productos autóctonos de temporada como la miel, olivas, turrón o setas.

Antonia Vallespir, payesa de Biniamar, mostraba una curiosidad en su puesto de venta de setas, un impresionante níscalo procedente de Ávila de 1,2 kilos de peso.

Mercat Pagès

La calle, Major y su prolongación: Comerç y Bisbe Llompart; así como Sirena acogen el Mercat Pagès. La plaza de Oriente está ocupada por la muestra de embarcaciones y la Avenida de Colón y el polígono, la de maquinaria y automóviles.

La muestra ganadera se encuentra, como ya es tradición en la plaza de es Bestiar.

La marcha juvenil, el denominado coloquialmente como Dimecres Bo, fue de nuevo la protagonista de la jornada previa de la feria. La placeta de l'Àngel las calles Murta y Born concentraron el grueso del ambiente nocturno. Desde primera hora de la tarde se habían instalado carpas de grandes dimensiones, ocupando toda la calle en previsión de alguna llovizna.

Los cellers de la ciudad, uno de sus atractivos principales, hicieron muy buenas cajas. Alguno de los propietarios manifestó que tenía todas las mesas reservadas desde hace semanas.

Este año la fiesta juvenil comenzó mucho antes para evitar las concentraciones que solían producirse entrada la madrugada. Así, el denominado como tardeo propició que los jóvenes acudieran a la zona de marcha de forma escalonada contribuyendo a reducir los incidentes.

Un grupo de chicos procedente de Palma destacó que "está muy bien organizado y distribuido de forma que puedes escuchar música, hablar, cenar y pasear sin agobios".

Aun así los servicios de emergencias tuvieron que atender a algunos jóvenes con síntomas de intoxicación etílica.

El hospital de campaña estaba situado, de forma intencionada y estratégica, muy cerca de la zona de marcha juvenil. Dos unidades médicas se encargaron durante toda la noche de atender posibles casos de emergencia. Antoni Peña, concejal de ferias del Ayuntamiento de Inca y coordinador del Dijous Bo explicó que "entre los dos días habrá más de 100 agentes de seguridad destacados para evitar cualquier incidente". El dispositivo de seguridad se inició ayer por la mañana y finalizará esta noche a las 12 horas.