Una negociación in extremis en la que se implicó el propio alcalde de Inca, Virgilio Moreno, logró abortar anoche, a las 23.13 horas una huelga del servicio de recogida de basura durante el Dijous Bo. Los operarios se habían declarado en huelga indefinida coincidiendo con esta celebración. Ayer a medianoche debía comenzar la anunciada movilización y desde entonces no se recogería la basura de los contenedores de la ciudad, ni se efectuaría el servicio puerta a puerta.

Los trabajadores de la UTE formada por Lumsa y Amer e Hijos SA acordaron ayer por la tarde, en una asamblea celebrada en la sede local de Comisiones Obreras, iniciar la huelga rechazando la oferta económica que se les hacía al considerarla insuficiente.

Eso significaba que durante el Dijous Bo, es decir dentro de dos días, no habría servicio de recogida de basuras; aunque cabe precisar que la limpieza viaria y la del recinto ferial estaban garantizada porque la efectúa una empresa distinta.

Propuestas

En la asamblea de trabajadores se votaron tres propuestas: la primera -que de haberse aprobado excluía a las demás- era aceptar el incremento salarial ofrecido. No obstante, la circunstancia de que si se acataba no habría otro aumento hasta dentro de seis años provocó el rechazo de la mayoría. Así pues se votaron otras dos propuestas: iniciar la huelga anoche, o hacerlo el viernes a las 12 horas. Por 30 votos a favor y tres abstenciones se decidió que el paro comenzase en la medianoche de ayer.

Nueva negociación

Finalmente no llegó a producirse. Tras el anuncio de la huelga, el Ayuntamiento convocó de nuevo a la empresa y se inició una nueva negociación. El consistorio puso sobre el tapete de discusión una aportación de 670.000 euros para incrementar la contrata, incluyendo impuestos.

De esta forma el incremento salarial a los trabajadores se cifró en 237,5 euros brutos al mes. Al cierre de esta edición faltaba aún la ratificación de la asamblea de trabajadores pero sus representantes confirmaron que se desconvocaba la huelga.

211 euros

Ayer se llevó a cabo el último intento de negociar una suspensión de la huelga de basura. Desde las nueve de la mañana estuvieron reunidos en el TAMIB los representantes de los trabajadores, los de la empresa, la concejal de Servicios, Maricarmen Oses, y el concejal de Personal, Sebastià Oriol, del Ayuntamiento de Inca.

Tras horas de negociación, en la que el Ayuntamiento de Inca mostró su disposición a aumentar la asignación anual a la contrata en una cantidad importante de dinero, se obtuvo una propuesta de aumento salarial de 211 euros lineales para cada trabajador; brutos, y sin posibilidad de otros aumentos hasta que finalice el contrato con el consistorio. Eso supone sin ningún aumento en seis años.

La propuesta se elaboró pasadas las 17 horas y se convocó por urgencia una asamblea de trabajadores que debían decidir. El resultado final fue el de convocar una huelga pero la última propuesta la anuló a las 23 horas.

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