La huelga de la basura convocada para esta noche pasada, y que hubiera afectado al Dijous Bo se salvó gracias a que el Ayuntamiento de Inca aceptó revisar las condiciones económicas de la contrata. El consistorio hará una aportación extra de 671.885,50 euros.

La empresa se ha comprometido a efectuar un aumento lineal a cada trabajador de 237,5 euros brutos al mes. No obstante en ese precio se incluye la revaloración que podría haber sufrido en los próximo seis años. Es decir, se congelará el sueldo incluyendo dicho incremento durante seis años.

La negociación se llevó a cabo hasta el último minuto. Tanto es así, que la última asamblea de trabajadores se llevó a cabo a las puertas de la nave con los trabajadores con el mono de trabajo puesto y discutiendo los acuerdos en mitad de la calle. Eran las doce de la noche del lunes.

La primera asamblea, trató a las 17 horas una propuesta de aumento de sueldo de 211 euros brutos y los trabajadores la rechazaron. En ese momento quedó convocado el paro para las doce de la noche.

Sin embargo, el Ayuntamiento no estaba dispuesto a padecer un Dijous Bo sin recogida de basura y forzó a la empresa a una negociación hasta las 23 horas en la que se llegó al principio de acuerdo descrito. Los trabajadores lo ratificaron por asentimiento unánime ante el propio alcalde, que se desplazó hasta el recinto del parque móvil del servicio de basuras para informarles personalmente. Moreno estuvo siguiendo las negociaciones por teléfono mientras los ediles Maricarmen Oses (Servicios) y Sebastià Oriol (Personal) negociaban directamente con las partes en la sede de CC.OO. en Palma.

Lo trabajadores expresaron al alcalde su reconocimiento al esfuerzo municipal a la vez que le manifestaron que les hubiera dolido dejar de trabajar el Dijous Bo porque sabían de la importancia de la feria. A pesar de considerar que quedaban flecos pendientes insistieron que desconvocaban la huelga porque no querían "perjudicar al pueblo de Inca".