El alcalde de Escorca, el popular Antoni Solivellas, denunció ayer que el Ejecutivo autonómico obliga "por motivos políticos" al municipio de la Serra de Tramuntana a presentar más requisitos ambientales que a los otros ayuntamientos de la isla por actuaciones urbanísticas en suelo urbano y amenazó al Govern con imponer las mismas trabas cuando sea el Ejecutivo la institución interesada en realizar alguna actuación en el municipio que precise de algún tipo de tramitación administrativa.

El motivo del enfado del alcalde es la resolución de la comisión balear de Medio Ambiente del pasado 4 de octubre mediante la que la entidad dependiente de la conselleria de Medio Ambiente y Territorio obliga al ayuntamiento de Escorca a presentar una evaluación ambiental ordinaria para dar el visto bueno a la modificación de las Normas Subsidiarias (NNSS) para habilitar un aparcamiento y una zona de captación de residuos en Son Massip y permitir la implantación de albergues y refugios en el núcleo de sa Calobra.

El informe municipal que justifica estas modificaciones en el texto urbanístico del municipio sostiene que solo sería necesaria la presentación de una evaluación ambiental simplificada al tratarse de suelo urbano y porque las actuaciones previstas no implican ningún impacto sobre el entorno natural.

En concreto, el Ayuntamiento asegura que se trata de una modificación puntual en dos zonas de "reducido ámbito territorial" y que "solo supone modificaciones menores en el plan vigente". Lejos de alterar el medio ambiente, el informe municipal sostiene que los proyectos serán beneficiosos a nivel ambiental.

No obstante, la comisión balear de Medio Ambiente concluye que ambas modificaciones precisan de una evaluación ambiental ordinaria, mucho más compleja que la simplificada. La entidad admite que tanto Son Massip como sa Calobra están calificados como suelo urbano "pero están rodeados de espacios de gran importancia ambiental y paisajística que cuentan con diversas figuras de protección".

También subraya que, a pesar de que las actuaciones son de ámbito reducido, "pueden tener efectos significativos y relevantes sobre el entorno y pueden afectar a diversos factores ambientales".

"Falta de transparencia"

El alcalde Solivellas ve "motivos políticos" en la decisión de la comisión medioambiental, a la que acusa de "falta de transparencia" y de "no actuar de forma responsable". "Nos exigen cosas que no exigen a los demás, por estas tonterías deberemos hacer una evaluación ambiental ordinaria que consume recursos, tiempo y dinero al Ayuntamiento", lamenta.

El regidor del PP asegura que "se trata de pequeñas modificaciones puntuales de las NNSS en zonas urbanas que no afectan para nada a los espacios protegidos". "Con todo lo que nos hacen se puede escribir un libro", añadió.

Solivellas amenazó al Govern con "mirar con lupa" todos los proyectos del Ejecutivo en el municipio de la Serra. "Nosotros también tenemos lupa y haremos lo mismo que hace el Govern con nosotros; revisaremos con los técnicos muchas cuestiones; lo tendrán más complicado".

Los cambios afectan a los núcleos de Son Massip y sa Calobra

Las modificaciones de las NNSS aprobadas por Escorca afectan a los núcleos de Son Massip y sa Calobra. En la primera urbanización se propone mantener la población actual y evitar las parcelaciones, además de calificar un solar municipal como zona de infraestructuras para destinarla a aparcamiento y zona de captación de residuos (punto verde).

En sa Calobra se permitirá el uso compatible de albergues y refugios con el objetivo de facilitar las estancias turísticas no hoteleras, por lo que se modifica la calificación de zona hotelera por la de servicios. El objetivo es dinamizar la economía local.