En la solemnidad de la festividad de Tots Sants, los cementerios de la Part Forana recobraron vida en una jornada llena de flores y recuerdos. El sol·lució en gran parte de la isla. En el cementerio de Son Sang de Sóller centenares de personas visitaron a sus difuntos en un camposanto que más bien se asemejaba a un jardín florido. Por la tarde, la explanada central acogió la tradicional misa de difuntos, igual que en otras localidades como Llucmajor o Montuïri, donde familiares y amigos acudieron a primera hora a depositar las flores a sus allegados.

Muchos llevaban desde el lunes visitando el camposanto, igual que en otras localidades del Pla como Sineu o Sant Joan. En la mayoría de localidades se habilitaron aparcamientos provisionales en el entorno de los cementerios para facilitar el acceso.

En el Llevant, el ayuntamiento de Son Servera realizó una ofrenda floral a los represaliados y víctimas del fascismo durante la dictadura franquista, al pie del monolito que recuerda a la víctimas de Memoria Histórica en el cementerio. Después de las palabras de la alcaldesa, Natalia Troya, se dio lectura al nombre de las más de cincuenta víctimas y se realizó un minuto de silencio.

En Inca, el Ayuntamiento organizó un año más la tradicional visita guiada al camposanto por parte de Biel Pieras Salom.

La jornada de Tots Sants fue marcada por el recuerdo de nuestros antepasados con unos cementerios llenos de visitantes con flores para sus difuntos. En numerosos hogares se comieron los tradicionales buñuelos que, como manda la costumbre ancestral, están acompañados por el moscatel. Para los más jóvenes, no faltaron los rosaris con caramelos y dulces.