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Entrevista

Miquel Martorell: "El Barranc de Biniaraix no escapa a la masificación de la isla, hay muchos excursionistas"

El libro incluye fotografías de elementos etnológicos, dibujos, análisis de toponimia y entrevistas varias

Miquel Martorell es el autor del libro '100 porxos, 100 històries', una obra a la que ha dado apoyo Tramuntana XXI.

El pasado, presente y futuro del Barranc de Biniaraix -un ejemplo impactante de arquitectura integrada en el paisaje- son los ejes del libro 100 porxos, 100 històries, escrito por Miquel Martorell, al que ha dado apoyo la entidad Tramuntana XXI. En 250 páginas, que incluyen fotos a color de elementos etnológicos, dibujos que representan las historias más representativas, un análisis sobre topónimos y entrevistas

P Un payés de Santa Eugènia sumergiéndose en la historia del Barranc de Biniaraix, ¿cómo se explica eso?

R Compré un terreno en el Barranc de Biniaraix. A raíz de eso, empecé a escuchar historias sobre el Barranc; historias que corren el peligro de desaparecer. Y entonces pensé que se tenían que conocer y que recuperar.

P ¿Qué fuentes utilizó?

R Hablé con muchos testimonios orales que conocían el barranco, como propietarios, cazadores... Una de las personas que ha sido muy importante es un hombre de 90 años que me dio información importante sobre antiguas modalidades de caza. También utilicé algunas fuentes escritas. Poca cosa. Pero algún documento sí que me ha llegado.

P Hablaba usted de antiguas modalidades de caza, cíteme alguna.

R La 'caça en banda' por ejemplo, un tipo de sistema de caza ancestral.

P ¿En qué consistía?

R Ponían una red gigante en los torrentes y allí cogían los palomos. Ahora, evidentemente, no se hace. Está prohibido.

P ¿Alguna otra modalidad tradicional que haya desaparecido?

R Estaba el 'tallar amb cadastre', un sistema para cortar vigas de pino con una sierra manual. La usaban dos personas. Una se ponía dentro de un agujero y la otra, rriba. Cortaban de tal forma que se le daba una forma cuadrada a las vigas. Esta práctica ya ha desaparecido, pero yo he podido ver algunos de estos agujeros que se utilizaban. También he podido hablar con algunos de los 'traginers' que llevaban las vigas hasta Sóller.

P ...

R También he hablado con un cazador que me contó la historia de cómo un día le invitaron a comer gato.

P ¿Perdón?

R ¡Un gato salvaje! No de esos que ahora proliferan en las ciudades y pueblos, a los que dan de comer. Gato montés, creo que se llama. Ahora no existen ya en la Serra.

P Cuénteme esta historia, por favor.

R Resulta que un día, cuando iba a cazar, se topó con ese gato salvaje y le disparó. El gato se enfiló a un árbol. El cazador, en ese momento, pensó que no quería desperdiciar el cartucho que llevaba para cazar perdices. Pasaron unos compañeros suyos y le dijeron: 'Vete, no te preocupes, nosotros lo haremos con cebolla'. Después volvió y se lo comieron todos juntos.

P ¿Cuánto tiempo ha dedicado a escribir '100 porxos, 100 històries'?

R Han sido cuatro años de investigación. De ir de olivar en olivar, de recorrer todas las propiedades que existen a lo largo del Barranc de Biniaraix.

P ¿Cuántas propiedades existen en este enclave?

R Hay 118 edificaciones a lo largo de todo el Barranc, lo que no quiere decir que haya 118 fincas. En cada finca puede haber más de una edificación. No hay gente que viva siempre. Hace tiempo sí que vivía alguna familia. Antiguamente los propietarios iban al barranco para hacer trabajo en el olivar, por ejemplo. Ahora, hay un uso más recreativo. Hay muchos que van también a practicar la caza tradicional.

P ¿La evolución social que ha habido en la isla en las últimas décadas se percibe en el Barranc? Dicho de otra manera, ¿ha aumentado mucho el número de propietarios extranjeros?

R Prácticamente, todos son mallorquines, sólo hay dos extranjeros. Y al principio vinieron con ideas equivocadas.

P ¿"Ideas equivocadas"? ¿Por qué lo dice?

R No entendían que ni sus fincas ni las otras de la zona no estuviesen delimitadas por rejillas, pero poco a poco parece que lo fueron asimilando.

En corto

P En estos tiempos, siempre se habla de la masificación turística en la isla. ¿Ustedes también la nota en el Barranc de Biniaraix?

El Barranc no se escapa a la masificación, desde luego. Pasan muchos excursionistas. Piense que es una ruta que está en todas las guías y es muy conocida.

¿Cómo ve el futuro de este enclave? ¿Observa alguna amenaza en ciernes?

Una de las cosas que deberán cambiar son las normativas urbanísticas. Tendrán que modificarse, porque no puede ser que pasen cosas como que no se pueda ni cambiar una teja del techo que esté rota. No se pueden reconstruir las edificaciones antiguas, existen muchas restricciones. ¿Qué ilusión puedes tener en una propiedad si no puedes ni colocar una teja para no mojarte cuando llueva? Esto es un problema importante. Prosperar no significa edificar, sino recuperar lo que había: caminos, ‘marges’, fuentes... Éste es un problema importante que deberán resolver en un futuro los políticos.

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