Vilafranca ha levantado el telón de la FIET, FIETla Fira Infantil i Juvenil de Teatre de les Illes Balears que durante cuatro días acerca el teatro de calidad a las nuevas generaciones. Desde este jueves el pueblo se ha transformado en un escaparate teatral para llenar de ilusión, magia, diversión y alegría a pequeños, jóvenes y, sí, también adultos. Hasta el domingo desfilarán por las tablas de 16 espacios escénicos un centenar de espectáculos programados por 41 compañías de Balears, Cataluña, Andalucía, Madrid, País Vasco, Valencia y La Rioja.

Pero para que Vilafranca se transforme en un gran teatro, la FIET y sus organizadores de Sa Xerxa cuentan con unos aliados de lo más especial: los vecinos. Y es que un centenar de voluntarios se convierten en acomodadores, taquilleros, decoradores... con el fin de que la muestra teatral sea todo un éxito.

El presidente de Sa Xerxa, Jaume Gomila, reconoce que hace 17 años era un atrevimiento montar una feria de teatro en un pueblo pequeño como Vilafranca. No tenía infraestructuras. “Lo que al principio era un obstáculo, ahora se ha convertido en un valor de lo más especial porque el pueblo se ha volcado”. Además del teatro, las funciones llegan a espacios como el centro educativo Es Cremat, el polideportivo, el salón parroquial, Ca ses Monges o, incluso, el restaurante S’Estanc Vell.

Xisca Bauçà colabora como voluntaria desde el primer año. “Empecé porque era regidora pero desde entonces soy voluntaria”, relata esta vecina que abre las puertas de su casa, como muchos otros, para acoger a programadores y compañías. “Tenerlos en casa me permite conocer gente nueva”, confiesa pero también fortalecer amistades ya que hace unas cuantas ediciones que acoge a unas programadoras suecas. “Todos ellos me aportan visiones culturales diferentes. Tenerlos en casa me supone abrir las ventanas al teatro”, celebra Bauçà, que deja claro que los días de la FIET son los más productivos del año para la población. “Desde el punto de vista económico supone una gran entrada de ingresos”. “Desde el punto de vista cultural, es todo un reto y un honor celebrar esta fira. Los que creemos en los temas culturales, disfrutamos mucho”. Margalida Rosselló es otra de las voluntarias que colabora como acomodadora o en las taquillas. “Me gusta mucho el teatro y el ambiente que se instala en Vilafranca es maravilloso”, celebra. Igual que ellas, Toni Servera también se implica porque “sientes que estás desempeñando una labor muy útil a nivel cultural”.

Una inyección de cultura teatral

¿Y qué opinan los profesionales? Joan Santacreu de la compañía valenciana Maduixa reconoce que tiene un especial cariño a la FIET. “Vinimos hace diez años con nuestra primera producción y desde entonces todas nuestras obras han pasado por la fira. Es muy especial porque la compañía ha crecido al mismo tiempo que la FIET. Ahora todo se ha multiplicado por tres. Es un gran valor por un pueblo pequeño albergar una muestra de estas dimensiones. La población está muy implicada. Es una inyección de cultura teatral”. Lo que en los primeros años de andadura parecía un obstáculo, ser un pueblo pequeño, se ha convertido en el valor más preciado de la muestra por la cercanía que regala la gente. “Lo que más nos gusta es la proximidad y la gran participación del pueblo”, confiesa Pere Romagosa de La Pere Llimonera, la compañía encargada de bajar el telón este domingo con Baobab. Un arbre, un bolet i un esquirol. Y de asiduos a la FIET a debutantes. La Joven llega con Gazoline gracias a la recomendación de otras compañías. “Es la primera vez que actuamos en la isla. Nos ha encantado ver cómo todo el pueblo se vuelca en la organización. Nos sentimos como en casa. Es muy agradable y esto le proporciona un plus a la feria”, remarca Pedro Sánchez, de la compañía madrileña.

Entre los espectáculos, hay diez que son estrenos absolutos como On és quan no hi és de Tolo Ferrà; Ella Balla de Las Moskitas Muertas; Màquina Gramòptica Universal de Marino e Marini; Rodamons de Viatge al Món de n'Aina; Trencaclosques a la Mar de Trencaclosques; Hamelí de Xip Xap Teatre; Mody Dick del Centre de Titelles de Lleida; Picks de CQM; Zoom de MOV-I-MENTS o Nautilus 20.000 llengües de viatge submarí de La Negra.

La FIET reúne a profesionales, compañías y programadores de las artes escénicas de dentro y fuera de las isas con una "oferta única y diferenciada dirigida a un público familiar". No faltan las compañías de prestigio reconocido como la Guillem Albà que llega a Vilafranca con Calma o La Tal que presenta Italino Gran Hotel. La propuesta de La Maduixa es y la de El Patio, Hubo.

El jueves por la noche la compañía Nacho Diago fue la encargada del espectáculo inaugural, El misteriós cas de Houidini i l'habitació tancada. La Pera Llimonera clausurará la edición número 17 de la FIET el domingo con Baobab, un arbre, un bolet i un esquirol.

La nota negativa es que la fira se vio afectada el jueves por la huelga en Cataluña. Una compañía se sumó al paro por la sentencia del procés. Otras se vieron obligadas a cambiar sus billetes para garantizar su llegada a la isla.