Quedan menos de diez días para que el municipio de Búger tenga nuevo alcalde. El pleno extraordinario para la investidura del regidor todavía no ha sido convocado, aunque legalmente hay plazo hasta el próximo viernes 25 de octubre.

El candidato socialista, Pere Torrens, tiene todos los números de ser elegido alcalde de Búger a pesar de que, según él mismo admitió ayer a este diario, no ha iniciado conversaciones con los otros dos partidos con representación en el pleno, Més y PP, para calibrar posibles apoyos.

En principio, si se cumplen las previsiones y la lógica política, el PSOE tiene suficiente con sus propios votos para hacerse con la alcaldía de Búger, ya que fue el partido más votado en las pasadas elecciones, obteniendo cuatro regidores en el pleno.

Més per Búger, por su parte, aseguró tras formalizar la dimisión del exalcalde Pep Lluís Pons que no tiene intención de presentar candidatura, por lo que el único rival del PSOE sería el PP, cuyo candidato, Rafel Reus, sí tiene pensado postularse como alcalde en el pleno de investidura.

No obstante, el PP solo tiene dos representantes en el pleno, por lo que la única opción para conseguir la alcaldía pasaría por un apoyo de Més en contraprestación por el voto que prestó el PP a los ecosoberanistas el pasado mes de junio y que motivó que Pons accediera a la alcaldía contra todo pronóstico. Hace varias semanas, el candidato de Més aseguró que no votaría a favor del PP, por lo que el escenario más probable es que Pere Torrens salga elegido con los votos del PSOE.

Ayer, tanto Torrens como Reus aseguraron que no se han sentado a negociar la posibilidad de acordar la investidura ni un posible gobierno de coalición. En principio, el PSOE gobernará en minoría el resto de la legislatura.