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La causa judicial abierta por la riada está a punto de archivarse

Un juzgado de Manacor abrió diligencias en octubre de 2018 tras los fallecimientos pero ahora no hay ninguna investigación en curso - El magistrado previsiblemente acordará el sobreseimiento

La causa judicial abierta por la riada de Sant Llorenç que hace un año causó trece víctimas mortales está a punto de cerrarse. Un juzgado de Manacor abrió diligencias cuando fueron localizados los primeros fallecidos tras la devastadora ola de lodo y agua que barrió la zona de Llevant, entre la noche del pasado 9 de octubre de 2018 y la mañana del día siguiente. En el procedimiento figuran todas las víctimas del desastre natural, que se fueron incorporando a medida que iban siendo descubiertas y rescatadas por los cuerpos y fuerzas de seguridad. Actualmente, el caso está en vía muerta. No hay ninguna investigación en curso, por lo que se prevé que en breve el procedimiento judicial acabará archivado.

Al tratarse de un desastre natural y no haber denuncias por negligencia o imprudencias, el caso no tiene recorrido penal, ya que los hechos no constituyen ningún delito y tampoco hay indicios en el procedimiento que apunten a un ilícito penal. Por ello, el magistrado del juzgado de instrucción número 3 de Manacor, encargado del caso, podría acordar el sobreseimiento de la causa en las próximas fechas.

Las diligencias se iniciaron en el juzgado con las primeras víctimas mortales de la 'torrentada', como suele suceder siempre que hay un fallecido de carácter judicial. El juzgado que esa fatídica noche del 9 de octubre de 2018 estaba de guardia en Manacor movilizó a un equipo de forenses y autorizó el levantamiento de los cadáveres en cuanto fue informado de lo ocurrido. Luego, se practicaron las autopsias pertinentes. Los informes con los resultados de los facultativos fueron enviados al magistrado encargado del caso.

Voluminoso atestado

Además, también se incorporaron al procedimiento las piezas de convicción, los efectos de los fallecidos y las pertenencias que los investigadores lograron recuperar. La Guardia Civil remitió al juzgado de Manacor un voluminoso atestado con todas las pesquisas y rastreos que llevaron a cabo durante más de una semana en las zonas de Sant Llorenç, Son Carrió, s'Illot, sa Coma, Son Servera, Artà y Son Carriós'Illotsa ComaSon ServeraArtàCapdepera. Los agentes se volcaron con los afectados del Llevant y trabajaron sin descanso, apoyados por otros organismos, para localizar y rescatar a todas las víctimas.

Las investigaciones fueron muy complicadas, ya que las tareas de rastreo se centraron en parajes completamente anegados de agua y barro. Tanto en el torrente que desemboca en la playa de s'Illot como en el mar, la visibilidad era prácticamente nula, por lo que los buceadores tuvieron serias dificultades para trabajar. A ello hay que añadir que hubo que cotejar pruebas biológicas y huellas para identificar de forma científica a los fallecidos, especialmente, aquellos que eran extranjeros, que conllevaron pesquisas más arduas, ya que en algunos casos fue necesario recabar su documentación y contactar con los consulados de sus países.

Durante el procedimiento, varios afectados quisieron personarse en la causa, pero el juzgado de Manacor se lo denegó. El caso permanece abierto, pero no hay ninguna diligencia de investigación pendiente. Por ello, la previsión es que la causa judicial por la riada mortal de Sant Llorenç se archive a corto plazo.

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