Un año después de la catástrofe natural que azotó la comarca del Llevant, la sección de Zapadores de la Comandancia General de Baleares vuelve a Artà. Regresan después de que junto con el Regimiento de Pontoneros retiraran el puente provisional instalado a raíz de la torrentada. Pero en esta ocasión el Ejército de Tierra vuelve a Artà para vivir una jornada lúdica y una exposición del material que se empleó en la instalación del puente militar. Así, los militares enseñaron a los vecinos y en especial a los alumnos de los centros educativos cómo es y qué hacen en la unidad militar.

Y es que a consecuencia de las devastadoras inundaciones, el Ministerio de Defensa autorizó la instalación de un puente Bailey triple simple por parte de unidades del Ejército de Tierra con el objetivo de restablecer la circulación de la carretera de la Colònia de Sant Pere. La infraestructura se instaló en 24 horas y prestó servicio durante casi cuatro meses.

"Artà recibe a estos hombres con los brazos abiertos. Es importante dar a conocer el servicio público de las Fuerzas Armadas. En nuestro caso nos prestaron un servicio primordial". Son palabras del primer edil Manolo Galán como agradecimiento a la labor de los Zapadores.

Tras unos ejercicios de reconocimiento, la unidad instaló unos expositores con material que usa la sección. Fue en la plaza Conqueridor. En la entrada estaba parte del puente que estuvo instalado cuatro meses en el pueblo; seguían dos expositores con el plan vigilante balear, Emergencias y apoyo a autoridades civiles. Se exhibió material de achique en torrentadas o desbordamiento en zonas de peligro de incendios.

El recorrido continuaba con material de naturaleza militar, detectores de minas y metales. Los alumnos, acompañados de un zapador, comprobaron cómo se realizan estas labores de ingenieros buscando simuladas minas. Y si se encontraban los artefactos escondidos en el campo de pruebas, recibían un premio: una bolsa de chuches. Además, pudieron vigilar con unos prismáticos de telémetros láser o registrar al enemigo con unos detectores de metal de mano.

Finalmente, se había instalado una pista de educación física semejante a las que usan estos militares para mantenerse en forma. "Enseñad a estos niños estas cosas para darles alegría y sonrisas en este aniversario que es triste en el Llevant". Así se expresaba Juan Cifuentes, Comandante General de Baleares, quien desveló que su unidad ya tenía ganas de volver a Artà, después de desmontar el puente a principios de este año.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Trece globos al cielo para que las víctimas nunca queden "en el olvido"
  • Lágrimas y reencuentros en Sant Llorenç

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO