La finca de Sa Vinya des Senyor de Alaró ha ejercido hoy por la mañana de base de operaciones desde la que un helicóptero ha cargado cuatro depósitos de agua y otros materiales que han sido transportados por vía aérea hasta la cima del Puig de Alaró, donde se ubica la hospedería del castillo, a unos 815 metros de altitud.

Los cuatro depósitos que serán instalados frente al edificio nuevo de la hospedería permitirán almacenar hasta 20.000 litros de agua pluvial para paliar en parte el grave déficit de líquido que hay en la cima del Puig. Actualmente, el agua disponible es insuficiente para cubrir las necesidades de la hospedería, hasta el punto de que no puede emplearse el servicio durante el día por falta de agua. La hospedería ya no dispone de duchas por el mismo problema.

Tal y como publicó este diario, hace unas semanas tuvieron que habilitarse gruesas mangueras de alta presión para abastecer los depósitos de la cumbre de agua impulsada mediante un potente motor instalado en el Pla del Pouet.

La instalación de los nuevos depósitos permitirá ahora recoger el agua de lluvia de las terrazas de la hospedería.

El transporte del material mediante el helicóptero y las obras están financiadas por la Fundació del Castell d'Alaró, con una inversión de 41.500 euros. Ya se ha ejecutado la excavación para enterrar los depósitos con el objetivo de cumplir la normativa de Patrimonio.

Por otra parte, se ha aprovechado la presencia del helicóptero para subir a la hospedería el mobiliario nuevo que ha adquirido, principalmente colchones, que era una de las mejoras comprometidas por el nuevo concesionario, y diversas sacas con alimentos.

El helicóptero también ha bajado de la cima del Puig numerosos restos de obra que permanecían en la zona del Constipador del castillo.

El alcalde de Alaró, Llorenç Perelló (PP), también presidente de la fundación del castillo, ha supervisado durante la mañana la operación de transporte de material hasta la cima del Puig, que ha tenido que retrasarse varias horas debido a las nubes que cubrían la zona del castillo, dificultando la visibilidad al piloto del helicóptero.