El pasado miércoles finalizó la vendimia en la Denominación de Origen Binissalem, con los variedades locales Mantonegro y Gargollassa y la foránea Cabernet sauvignon. La finalización del periodo de vendimia se ha producido este año cuatro días más tarde que la vendimia del pasado año 2018.

La producción total destinada a elaborar vinos de la DO Binissalem ha sido de 1.437.811 kilogramos, un 11% inferior a la del 2018. El 72% de la producción corresponde a variedades tintas y el 28% a variedades blancas, según explica el Consell Regulador de la DO en una nota.

Las variedades autóctonas, que marcan la singularidad de los vinos de esta comarca Mallorca representan un 53% del total de la vendimia, dato que se mantiene como en la campaña anterior. Respecto a las variedades tintas, la Mantonegro representa un 42 %, Callet un 5% y Gargollassa un 0.3 %. Entre las blancas, la Moll representa un 57 % y Giró ros un 7 %.

La campaña ha venido marcada por la sequía y las elevadas temperaturas, lo que ha provocado un descenso general de la producción en la mayoría de variedades. En el caso de las variedades Gargollassa, Moll y Giró, entre los autóctonas y Shiraz y Merlot, entre los foráneas, la producción se ha visto incrementada por la entrada en producción de viñedos jóvenes, compensando así el descenso general de la producción.

"La sanidad y calidad de la uva ha sido extraordinaria por lo que se prevé que los vinos elaborados sean de gran calidad", destacan desde la DO. "Ahora a los enólogos trabajan con las elaboraciones para sacar el máximo potencial de cada variedad y obtener vinos singulares y de la máxima calidad", concluye el Consell Regulador.