Las zonas más húmedas de la Serra de Tramuntana están siendo este año el reducto, y no demasiado bueno, de la mala temporada de setas que se está dando. Campanet, Pollença, Selva, Escorca, Sóller y municipios próximos son los únicos que este año han tenido algo que recolectar puesto que el Pla está tan seco, debido a la falta de lluvias, que apenas salieron algunas setas de las conocidas como termófilas -pues brotan cuando aún hace calor- hace unas semanas y nada más.

A pesar de ello la naturaleza da algunas sorpresas como una seta de gran tamaño recogida en la Vall de Sant Miquel, en Campanet. Según informa Joan Pons, un vecino del lugar recolectó un ejemplar de bolet fort (Rusula delica) de casi un palmo y de más de medio kilo de peso. Se trata de una especie que pertenece a la familia de las rúsulas, los hongos más tempranos en fructificar junto con los Cantharellus (picornell o rebozuelo, en castellano). No obstante, el hallazgo no deja de ser una mera curiosidad.

Bartomeu Cifre, alcalde de Pollença y aficionado a las setas, sostiene que “hace unas semanas, coincidiendo con días posteriores a la gran tormenta que hubo y que obligó a suspender el primer día de curso, salieron algunas blaves y algún picornell pero se paró y ya no se ha visto nada más”.

Como ya se ha mencionado, el principal problema es la falta de precipitaciones puesto que la temperatura es ideal para que se produzca la fructificación de los hongos termófilos. Así pues, una solución, para quien quiera degustar el manjar en esta temporada de escasez es el de regar. Josep Lleonard Siquier, una de las máximas autoridades en micología de las Illes Balears, explica que “regar los agres es una práctica que hace muchos años que se lleva a cabo en Pollença, por ejemplo”. Un agre es un rodal donde habitualmente se dan setas. En castellano se denomina coloquialmente como corral de brujas.

Riego

No obstante, si algún propietario tiene la intención de hacerlo debe saber que lo mejor es usar agua de cisterna, recogida de lluvia, o como mínimo lo más neutra posible para no cambiar el pH del suelo. Siquier explica que “en general nuestros suelos son básicos. Si usamos un agua con mucha cal, como puede ser la de pozo, bajaremos aún más el pH y puede ser desfavorable para los hongos”.