El mes de octubre marca a fuego desde hace décadas el punto y final de la temporada turística en Calvià. Tras la ebullición veraniega, a partir de noviembre, el panorama urbano viene definido por el cierre de hoteles y comercios. Las calles se desertizan y el municipio entra en un estado de hibernación del que no se despereza hasta la llegada de la primavera.

Sin embargo, hay un ámbito que resiste con mejor fortuna a esa desertización invernal tan característica de los municipios turísticos de la isla: los puertos de lujo. En los últimos años, estos enclaves han consolidado unos niveles de actividad en temporada baja que para sí los quisieran los establecimientos hoteleros.

"La de invierno ya no es la temporada baja, en absoluto. La ocupación de embarcaciones se mantiene prácticamente al 100% durante todo el año", aseguran desde Port Adriano, en el núcleo costero de El Toro. La clave, explican fuentes de la marina, reside en el perfil de los usuarios de las instalaciones.

"Hay puertos que están centrados en los armadores y que durante el verano están llenos, pero que en invierno se quedan solos. En Port Adriano, sin embargo, nos hemos convertido también en una referencia para las embarcaciones que quieren hibernar con nosotros", destacan estas mismas fuentes.

"Reinvención" de los puertos

En esa "reinvención" de los puertos de lujo, el tipo de actividad que se desarrolla en los meses invernales es diferente al que todo el mundo asocia con la época estival. A partir de septiembre, empiezan a llegar a la isla grandes embarcaciones en busca de un puerto-refugio donde pasar el invierno. En este sentido, el clima benigno de la isla durante todo el año constituye un importante estímulo. Estos barcos van acompañados de pequeñas tripulaciones: entre tres y cuatro personas. Su cometido en estos meses de la temporada baja es trabajar en el mantenimiento de los yates de grandes dimensiones para que, cuando llegue el verano, estén a punto para ser utilizados por sus propietarios.

"Movilidad menor"

"De hecho, la movilidad de las embarcaciones en invierno es menor. El 80% de la flota amarrada en Port Adriano de septiembre a mayo es fija, mientras que en los meses de verano está en tránsito", detallan desde la marina de El Toro, que se amplió en 2012 y que puede albergar yates de hasta 100 metros de eslora.

La congestión portuaria característica de la temporada alta en Mallorca tiene también su correlación en época invernal y, de hecho, en Port Adriano informan de que este año tienen incluso "lista de espera de embarcaciones para pasar el invierno".

Amarres disponibles

Respecto al problema generalizado de falta de amarres en la isla, el Govern informó el mes pasado de que prevé ofrecer más de 700 plazas en 17 puertos de Balears, con el objetivo de reducir la lista de espera. Está previsto por ejemplo que en puertos como Andratx, Banyalbufar, Cala Bona (Son Servera) se oferten 22, 18, 60 amarres, respectivamente. Actualmente, se tramita un plan general de puertos de Balears.