Un informe realizado el pasado mes de mayo por el jefe de la Unidad de Gestión Indirecta del ente público Ports IB, dependiente del Govern, concluye que el club náutico de Can Picafort habría cometido una "infracción grave" de acuerdo al artículo 98 de la Ley 10/2005 de Ports de les Illes Balears "en cuanto ha realizado obras en el dominio público portuario sin ajustarse a las condiciones del título habilitante o autorización", en referencia a los trabajos de dragado del interior del puerto iniciados este año y actualmente paralizados por orden del citado departamento del Govern.
La inspección de Ports que motivó el informe se realizó a raíz de la advertencia del técnico medioambiental del ayuntamiento de Santa Margalida, que alertó de la existencia de sedimentos en las playas colindantes al puerto, "posiblemente de los trabajos de reposición de calados en el interior del puerto deportivo".
Ese mismo día, el técnico que firma el informe de Ports instó al club náutico de Can Picafort a "paralizar inmediatamente los trabajos de forma cautelar" a la espera de realizar las comprobaciones. Además de constatar la existencia de sedimentos en las playas colindantes, el informe destaca "dos incumplimientos" de la resolución de octubre de 2018 del vicepresidente ejecutivo de Ports IB, Xavier Ramis, mediante el que se aprobaba el Plan de mantenimiento de calados en el interior del puerto deportivo de Can Picafort.
Incumplimientos
Así, según el dictamen, no se había designado, antes del inicio de las obras, a un técnico competente como director de las mismas ni a un técnico auditor ambiental para llevar a cabo el control y la vigilancia ambiental. Por otra parte, tampoco se habrían adoptado medidas preventivas adicionales consistentes en paralizar los trabajos y estudiar con Ports IB las medidas correctoras necesarias "en caso de que se produjera alguna afección al medio no prevista en el plan de mantenimiento".
A finales de mayo, el técnico firmante se desplazó al puerto y comprobó que los trabajos habían sido paralizados, "pero en las playas, a pesar de observarse menos cantidad de sedimentos, no se realizaba limpieza alguna". El 10 de junio, se produjo una denuncia del Seprona por un vertido en las playas.
La autorización para realizar los dragados descartaba cualquier vertido al mar. De hecho, una de las medidas preventivas adoptadas en el plan era la instalación de una lona impermeable en el dique para permitir el secado de los sedimentos y minimizar el filtrado entre la escollera "impidiendo la pérdida de material dragado antes de ser movilizado hasta cantera autorizada".
No obstante, durante la inspección de Ports IB se comprobó que esta lona "estaba completamente rota y en algunos tramos era inexistente, por lo que con toda probabilidad se ha vertido al mar material dragado". Por todo ello, el informe considera que se "podría haber cometido una infracción grave".
Así, "con el objeto de que no se repitan estos hechos y con independencia del expediente sancionador que en su caso pudiera instruirse", Ports IB insta al club náutico a presentar, antes de reanudar los trabajos hoy paralizados, diversos informes que justifiquen el volumen de material extraído e incluyan un muestreo para conocer el estado inicial de calidad ambiental del entorno, así como a nombrar a dos técnicos especializados.
La dirección del CN afirma que los informes no están contrastados
El club náutico ha repartido una circular entre sus socios en la que asegura que la denuncia del técnico municipal de Medio Ambiente se realizó "sin ninguna prueba ni comprobación", ya que "dedujo que la posidonia de la 'caleta' procedía de nuestro dragado". La circular añade que "nadie sabe cómo acabará la historia, pero es cierto que ahora hay mucha más posidonia en la 'caleta' y en absoluto es imputable al Club, ya que en junio estaba muy limpia". El director del CN, Jaume Grimalt, afirma que el informe de Ports tampoco está contrastado y añade que "en su momento" el club contestará de forma documentada.
