El Ayuntamiento de Lloseta dispone de un camión municipal que cada día efectúa una ronda por el pueblo y recoge casi una tonelada de basura vertida ilegalmente. Chema Muñoz, alcalde de Lloseta confirmó ayer que "es un asunto muy preocupante sobre el que estamos trabajando y aplicando de forma estricta las ordenanzas. Por ejemplo, estos días se ha impuesto una sanción superior a los 1.000 euros a un vecino sorprendido cometiendo una infracción en el manejo de escombros".

El alcalde insiste en que "muchos vecinos hacen un uso inapropiado de las papeleras y en lugar de reciclar abandonan bolsas de basura en ellas".

La brigada municipal estuvo retirando ayer un vertido de basura efectuado en uno de los márgenes del torrente d'Almadrà, en la zona situada junto al aparcamiento del polígono industrial. Se trata de un lugar muy problemático que reiteradamente debe ser objeto de limpieza por vertidos incontrolados. Pero además, la zona cuenta con la dificultad añadida de que aún no es municipal puesto que el polígono todavía no ha sido recepcionado.

Botellón

Bernat Fiol, portavoz de la organización ecologista Gadma, apunta que "en varias ocasiones le hemos recomendado al alcalde que ordene a la propiedad el vallado del torrente y, además, la clausura del aparcamiento". Fiol sostiene que "se trata de una explanada inutilizada para aparcar que, especialmente, los fines de semana se convierte en un espacio en el que los jóvenes hacen botellón. Pero además es un lugar en el que mucha gente se ha acostumbrado a llevar su vehículo para hacer labores de mantenimiento. Eso supone peligrosos vertidos de hidrocarburos y aceites".

Fiol denuncia que "el torrente d'Almadrà desemboca en la Albufera, que es un parque natural. Los vertidos de aceite de motor acabarán en las delicadas aguas del parque arrastrados por la lluvia".