La bella ensenada natural del Caló de sa Torre, en Portopetro, en el municipio de Santanyí, se convirtió la noche del sábado y la madrugada del domingo en el cementerio del Celestia, un velero de madera de veinte metros de eslora, elegante casco blanco y dos mástiles, que acabó hecho trizas tras estamparse contra las rocas una y otra vez durante toda la noche.

El barco, que según información del Ayuntamiento de Santanyí confirmada por el puerto, había pasado temporadas en Porto Cristo, en los pantalanes de la marina de Ports IB, no confundir con el club náutico, llevaba unos días amarrado a una boya de la zona. Pero no pudo resistir el temporal de poniente de aquella noche, con rachas de viento superiores a los 60 kilómetros por hora, que arrastraron muerto, boya, amarras y embarcación y los estamparon con violencia contra las rocas del Caló de sa Torre.

Nada se pudo hacer para salvar la embarcación durante toda la noche dada la intensidad de las olas y el viento. Nada más que contemplar sus últimos momentosy la fuerza descomunal del oleaje.

A la mañana siguiente, el Celestia y el panorama en el Caló de sa Torre resultaba dantesco, con mil pedazos del buque llenando toda la cala hasta la arena: trozos de cubierta y de mástil, un fragmento del balcón de proa, un chaleco salvavidas naranja, restos de enseres y electrodomésticos de la cabina, una colchoneta, un trozo de escalera o un fragmento de las cuadernas. El inventario del desastre paracía interminable en la estampa de la mañana.

Las brigadas municipales de la empresa Semdesa empezaron a trabajar desde primera hora de la mañana del domingo para retirar los restos del Celestia."Era necesario actuar con urgencia, antes de que un cambio de viento y corrientes arrastrara los restos a alta mar y se convirtieran en un peligro para la navegaciónCelestia", explica el concejal de Emergencias del Ayuntamiento de Santayí, Joan Gaspar Aguiló, que añade que para retirar todos los restos hubo que llenar hasta diez camiones.

"Avisamos a Costas, a la conselleria de Medio Ambiente, a Capitanía y a Salvamento Marítimo. Y a la mañana siguiente se pudimos identificar al capitán del velero, un extranjero, para que se hiciera cargo de lo sucedido. El relató que el barco había estado amarrado en Porto Cristo antes de accidente", relata.