En la comarca de la Denominación de Origen Binissalem se espera una producción aproximada de 1,5 millones de quilos de uva, según fuentes del Consejo Regulador. Se trata de una cifra algo inferior a la de 2018 (1.615.000 kg).

Por una parte, la sequía de este año ha favorecido un fruto de una calidad excelente, debido a que la ausencia de lluvias ha hecho que la incidencia de hongos como mildiu y oídio haya sido mínima o nula. Por otra parte, también ha sido la causante de una disminución en la producción, unos datos que constatan algunas bodegas, afirmando que en variedades tan significativas como el Manto Negro o el Moll la vendimia puede verse mermada entre un 25% y un 30%.

Precisamente de estas dos variedades, los primeros informes del CRDO indican que, hasta el jueves 12 de septiembre, se habían recogido 103.777 y 1.800 kg, respectivamente, cuando, hasta la fecha, se llevaba vendimiada una tercera parte del global de la presente campaña.

Por tanto, la de 2019 será una añada en que primará la calidad a la cantidad. Así lo confirmó el mismo presidente de la DO, Pep Lluís Roses, en el acto de presentación de la edición número 55 de la Festa des Vermar que tuvo lugar ayer jueves en el patio de Ca'ts Agustins de Binissalem. Un acto en el que también intervino el alcalde, Víctor Martí, quien, en su parlamento, ofreció un detallado repaso histórico de los frailes Agustinos en Binissalem y su faceta vitivinícola.

La presentación contó con la destacada presencia de la Vermadora Major, las dos Vermadores de Honor y los dos Vermadors, luciendo unos preciosos vestidos. Las fiestas des Vermar de Binissalem dieron inicio de forma oficial el pasado domingo y se prolongarán hasta el día 29, con un variado programa de actividades.