El director general de Planificación, Ordenación y Centros, Antoni Morante, y el gerente del IBISEC, Miquel Coll, visitaron ayer el colegio provisional de sa Pobla, CEIP Nou. El objeto de la visita fue comprobar que el aula habilitada en el edificio municipal de Can Cirera Prim, así como las dependencias administrativas, baños y patio, se encontraban en perfecto estado tras la reforma llevada a cabo este verano.
Está previsto que hoy comiencen en clase un total de treinta y cuatro niños de infantil, que ocuparán ya plaza en el nuevo CEIP definitivo que se va a empezar a construir en breve.
Sa Pobla padece un grave problema de escolarización y este año ha tenido que adaptar el mencionado edificio a la espera de la construcción de una nueva escuela. El consistorio ya tiene la escritura pública del solar que ocupará y en breve hará cesión de uso a favor de la Conselleria de Educación. Entre tanto, los niños deberán cursar sus estudios en la escuela provisional CEIP Nou al menos durante dos años.
Aula
La adecuación del edificio de Can Cirera Prim ha supuesto la habilitación de una gran aula de unos 110 metros cuadrados con un patio. Se ha cerrado todo el recinto de forma conveniente y se está a la espera de la instalación de cuatro aulas prefabricadas. Estos elementos llegarán a finales de año.
Los alumnos que asistan al CEIP Nou harán jornada continuada, es decir, finalizarán a las dos de la tarde. Pero los que utilicen el servicio de comedor deberán hacerlo en la Escola Graduada, que dista unos 200 metros. Joan Pérez, edil de Educación, explica que "se habilitará un sistema de acompañamiento mediante un monitor para que los niños vayan al comedor".
