Con el fin de poner coto a un posible conflicto en torno a las colecciones artísticas albergadas en el Museu de Lluc tras la marcha de los Coritos del santuario, el Consell ha incoado un expediente de declaración BIC de las mismas. "Lo hicimos en junio, pero no trascendió porque estuvieron las elecciones por en medio", explicó la directora insular de Patrimonio Kika Coll.

Según esta declaración, las piezas albergadas en el museo no podrán ser separadas o disgregadas y deberán permanecer en el monasterio a tenor de la protección.

Según Coll, la propiedad de las colecciones está clara. "Pertenecen al santuario y éste es propiedad de la diócesis de Mallorca", asegura.

A partir de ahora, explica la directora insular, se encargará a la UIB un informe histórico-artístico sobre el conjunto artístico custodiado en el museo. "No sabemos todavía quién lo hará. Nosotros se lo comentamos al rector y luego son ellos los que deciden quién o qué departamento lo hace", apunta Coll.

Hay que recordar que las colecciones del Museu de Lluc ya están inventariadas. Fue un trabajo exhaustivo de la historiadora del arte Elvira González. Estos inventarios fueron entregados por su autora al Consell de Mallorca en 2010.

Hay que recordar que las colecciones del Museu de Lluc suponen sólo una parte (una muy valiosa e importante) del gran patrimonio que conforma el monasterio, un conjunto que no está protegido y que no estaría incluido en esta declaración BIC, sólo dirigida a las piezas artísticas.

El Museu de Lluc custodia cerca de dos mil objetos vinculados al mundo de las artes decorativas. Entre ellos, una magnífica colección de cerámica de entre los siglos XV y XIX. El mayor tesoro es quizá un plato hebreo del Séder de Pésaj, un importante ritual judío.

Fue fundado en 1952 por los Missioners dels Sagrats Cors. Inicialmente estuvo formado por dos salas: la primera dedicada a la arqueología, la numismática, la etnología, los incunables y la pintura; y la segunda centrada en el mobiliario litúrgico, esculturas y joyas. En 1970, el museo fue ampliado con la colección de Antoni Mulet Gomila. En el recorrido, cabe destacar también la sala del Tresor de la Verge.

Cinco meses de espera

El departamento de Patrimonio del Consell lleva esperando una respuesta de la propiedad de Can Pueyo para poder entrar en el casal y así inventariar su valiosa colección de artes decorativas para declararla BIC. Parecía que los representantes legales de la propietaria del inmueble iban a permitir la entrada de los técnicos del Consell después de la pasada Semana Santa, pero finalmente no fue así. La espera ya se prolonga a los cinco meses. La institución ya ha estado dos veces en Can Pueyo; ésta tercera es fundamental para catalogar sus tesoros.