Aparcar el coche en Cala Millor se ha convertido en una auténtica quimera para los trabajadores o residentes en la zona, y posiblemente lo será más cuando empiecen las obras de un gran supermercado previsto en la mitad del solar del actual aparcamiento de la zona costera, con una cabida para medio millar de coches y que se verá reducida a la mitad.

De aquí que los residentes y trabajadores hayan tenido que agudizar su ingenio para poder hacer frente a la falta de estacionamiento público. Javier y Bernat regentan negocios en la zona comercial de la calle Son Jordi, cerca de la playa, donde dejar allí el coche es misión imposible. Pero si ya es difícil encontrar una plaza, más lo es en plena temporada con tantos vehículos de alquiler, por lo que tienen que estacionar en las afueras del núcleo costero y llevar siempre dentro del coche su propia bicicleta.

Una vez han aparcado, Javier y Bernat recorren en bici los kilómetros necesarios para llegar a su local. Así, nos cuentan, lo hacen muchos más vecinos y trabajadores de la zona; algunos, como es el caso de Bernat, lo hacían con patinete no eléctrico, al que ha sustituido por una bici plegable que lleva en el maletero.

Aunque más recientemente también se les ha complicado el tema con las bicicletas, ya que hasta ahora las ataban a alguna farola o señal de tráfico cerca de su negocio. Ahora el ayuntamiento de Son Servera les ha avisado de que no pueden hacerlo de esta forma, y que si lo hacen se les multará o decomisará la bicicleta. La medida la ven bien ya que dicen que son muchos los que atan sus bicis al mobiliario urbano y esto da mala imagen, pero también reconocen que si tienen que aparcar en el poco aparcamiento específico que hay, si se hace mucho tiempo, reconoce Bernat, las ruedas llegan a deformarse, al no estar bien sujetas, por el modelo del mobiliario que se utiliza.

El consistorio serverí está estudiando la posibilidad de que se pueda aparcar en más calles, debido a la reducción de aparcamiento que supondrá la mengua de unas 250 plazas por la construcción del gran supermercado.