La empresa concesionaria de recogida de basuras y limpieza urbana de Manacor, Lumsa, ya está empezando a acumular penalizaciones y sanciones por no cumplir con todo lo estipulado en su contrato. A la sanción en trámite de 3.000 euros interpuesta durante el pasado junio por el incumplimiento en la entrega del Plan de Comunicación, se le une ahora una penalización de 8.000 euros correspondientes al mes de julio, por no haber llegado a los estándares de limpieza exigidos por el Ayuntamiento durante una serie de inspecciones en diversas vías del municipio. Una cifra que podría reducir su factura en 8.000 más de reincidir como parece ser que ha sucedido en el ya pasado mes de agosto.

Esta fue parte de la evaluación que ayer hicieron tanto el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, como el responsable municipal de Medio Ambiente, Sebastià Llodrà, con respecto al nuevo contrato de limpieza que entró en vigor en abril de este año y por cuyo cumplimiento el consistorio le paga a Lumsa, 4,2 millones de euros anuales, "una cifra muy importante, que hace que debamos controlar muy bien el cumplimiento del servicio". "Es cierto que se ha incorporado más personal de limpieza manual y que se está pendiente de nueva maquinaria", explica Llodrà.

Sin embargo, el último control de calidad efectuado, con 40 inspecciones en 27 calles distintas de todo el municipio, derivó en una serie de deficiencias que hay que corregir y que hacen que Lumsa no pueda percibir el total de sus emolumentos mensuales. Actualmente Manacor se sitúa a la cola balear en cuanto a porcentajes de reciclaje con solo un 13% en 2018. El objetivo del Ayuntamiento es llegar al 50% en 2020 gracias a la implantación de la recogida puerta a puerta a partir del uno de octubre en Porto Cristo y Son Macià.