La entidad conservacionista TAIB (The Albufera International Biodiversity Group) ha denunciado la actividad "ilegal y peligrosa" que supone la presencia "frecuente" de pescadores furtivos que, aprovechando la falta de vigilancia, "se cuelan" al parque natural de s'Albufera por las noches con el objetivo de atrapar carpasy también cangrejos azules americanos, dos especies invasoras del humedal cuya pesca, al igual que la del resto de especies, está prohibida en el parque.
Por este motivo, desde la citada entidad, un proyecto multidisciplinar nacido en 1989 con el objetivo de evaluar los cambios ambientales en el humedal del norte de la isla, reclaman a la conselleria de Medio Ambiente y al Ibanat que aumenten la vigilancia del parque natural para "evitar la degradación del espacio y, sobre todo, el riesgo elevado de incendio que supone prender fuego en el interior del parque en pleno mes de agosto".
Marca de una hoguera junto al cañizo de s'Albufera. TAIB
Y es que, según han documentado desde el TAIB, durante una reciente visita se hallaron restos de una hoguera "a escasos metros de la masa de cañizo más antigua del parque, poniendo el peligro un hábitat único en Balears". Además, avisan que "no es la primera vez que sucede", por lo que exigen medidas urgentes para evitar el acceso de estos pescadores ilegales. "Unas pocas personas son capaces de causar problemas diversos y graves solo por pasar ellos un buen rato, y esto es posible porque nada se lo impide; las autoridades competentes no son capaces de poner los medios necesarios para evitar estas prácticas", denuncian.
Residuos
Según aseguran, los pescadores furtivos dejan residuos como latas, envases, bolsas de plástico, anzuelos de pesca, escamas de pescado e incluso cañas hundidas en la laguna. Muchos de estos objetos "se quedan en la naturaleza" o bien llegan al mar a través del Gran Canal.
Desde la entidad TAIB alertan del peligro que tienen estas prácticas para el ecosistema de s'Albufera y añaden que la pesca de especies exóticas está totalmente prohibida en el parque a pesar de que "alguien podría pensar que es bueno porque se retiran del medio". No obstante, avisan que si esta práctica se extiende, "aumenta el riesgo de que los propios pescadores liberen estas especies para poder seguir pescándolas". "La liberación intencionada es una de las primeras causas de la introducción de especies exóticas alrededor del mundo", concluyen.
En este sentido, el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Llorenç Mas, explicó ayer que la Conselleria tiene constancia de que estas prácticas "vienen de lejos", aunque admite que se han incrementado en los últimos tiempos. "Hay indicios de la presencia de pescadores furtivos que pescan básicamente carpas, lo que está totalmente prohibido en el parque natural", señala.
Implicación del Seprona
Mas asegura que este año ya se han realizado dos inspecciones para tratar de localizar a los furtivos y que el control se incrementará con la implicación del Seprona de la Guardia Civil.
También añade que la conselleria de Medio Ambiente "hizo un gran esfuerzo" en la pasada legislatura para contratar más personal de vigilancia, aunque "el número de espacios protegidos también ha aumentado y el personal tiene que repartirse para vigilarlos a todos; siempre falta más gente".
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