El tradicional paso político bajo el Palio volvió a ser este miércoles el punto culmen de la jornada de Sant Agustí en Felanitx. Pasadas las doce del mediodía, varios miles de personas ya se agolpaban frente a las puertas de la iglesia del Convent esperando el momento de acción. Un augurio refrendado por la llegada de centenares de peñistas del Cosso, quienes acompañados por xeremiers y estelades, irrumpieron en la plaza entonando cánticos a favor de la independencia de los Països Catalans o en contra del centralismo palmesano.
El sol y el calor fueron apoderándose del espacio, vigilado de cerca por una veintena de agentes de la Guardia Civil y varios policías nacionales y locales, que no perdieron detalle de los acontecimientos, pero que afortunadamente no tuvieron que intervenir dado el carácter pacífico del evento, que se desarrolló sin problemas ni altercados.
Aparte de las típicas demandas independentistas asociados al Palio, también hubo tiempo y espacio para reivindicar otras soluciones a problemas felanitxers, como el posible aumento de plazas turísticas en Portocolom, la defensa de Valtonyc, la libertad de los presos políticos catalanes, el desdoblamiento cercano Campos-CamposLlucmajor, o más lejanos como el acercamiento de presos vascos.
Y es que además de una gran pancarta colgada de la finca frente a la iglesia en contra de la modificación del Plan General urbanístico que prevé una subida en el número de plazas hoteleras en el núcleo antiguo costero, la plataforma Salvem Portocolom también instaló a escasos metros, una parada donde quien quisiera podía firmar la alegación contraria al acuerdo de pleno.
Otra pancarta irónica era la dedicada a la hasta ahora responsable insular de Territorio, la felanitxera Mercedes Garrido, en la que se podía leer Desdóblame todo lo negro, Mercedes, en alusión a la construcción de la autopista hasta Llucmajor y su impacto sobre el territorio colindante.
Minutos más tarde, acabada la misa, fue el turno de los Cavallets, el grupo infantil de baile integrado en el programa oficial de fiestas (el Cosso tiene el suyo propio), quienes repartieron más de veinte minutos de coreografías entre los aplausos del respetable, que también ovacionó los pasos de los dos Gegants. Juntos, ambos fueron los primeros en pasar bajo el terciopelo granate.
Respetado el protocolo, después ya no hubo demasiada piedad y los jóvenes peñistas se ensañaron con la clase política, entre la que se encontraba el propio alcalde de Felanitx, Jaume Monserrat, y a los que les lanzaron una mezcla de paja, posidonia seca y cerveza y otras bebidas espirituosas. Algunos tomaron el remojón de visible mala gana mientras que otros, más acostumbrados como el antiguo presidente del Parlament, Balti Picornell, sonrieron ante lo que se les vino encima.
Vea las imágenes de la fiesta.
En cuanto a controles y medidas antibotellón, el Ayuntamiento ya había anunciado semanas atrás que no consentiría abusos como los de años anteriores, por lo que 'redujo' la fiesta y eliminó este año los conciertos y otros puntos que pudieran ser más susceptibles de consumo.
Generador eléctrico
El otro punto mañanero de interés fue el pregón alternativo de la plaça de s'Arraval y que en esta ocasión fue comandado espectacularmente por Bernat Bordoy, en Bernat des polos o de can Llenya; en definitiva el activo propietario de los helados Neu d'Or y que cada año suele repartir sus especialidades entre los más madrugadores.
Vestido al más puro estilo Frozen haciendo honor a su oficio, Bernat se presentó a lo grande. Entró en una especie de carromato tirado por pingüinos y recostado en una tumbona bajo una sombrilla, como la auténtica princesa del verano.
Su pregón estuvo acompañado además de una pequeña piscina hinchable que, situada a sus pies, hacía de diana de unos pequeños muñecos que voluntarios del Cosso iban lanzando a modo de extranjeros saltando desde sus balcones hoteleros. Bordoy, subido a un andamio hidráulico, siguió la línea felanitxera de recuerdo y tiró de memoria e ironía para componer un discurso que emocionó e hizo reír a los centenares de devotos. Tras ello se encendió la gran traca.
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