El director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, y la de Recursos Hídricos, Joana Garau, se reunieron ayer con el alcalde de Montuïri, Joan Verger, y vecinos de la localidad para explicarles los resultados de las analíticas del vertido ilegal en la antigua fábrica Espumadora Balear. La analítica se ha hecho en 149 compuestos químicos y ha descartado la ecotoxicidad del agua del pozo que hay en el edificio industrial.

De estos cerca de 150 compuestos estudiados, todos se encuentran por debajo del límite de detección, con la excepción de ocho compuestos de la familia de los polioles, si bien pueden causar irritación en la piel o en los ojos (concentrados y al manipularlos directamente), no aparecen calificados como cancerígenos o tóxicos graves. Entre los que están por debajo del límite se encuentran, entre otros, el estaño, restos de isocianato de tolueno o sus productos derivados (poliurea).

En cuanto a la ecotoxicidad, la muestra ha dado un resultado negativo, lo que significa que no afecta al medio ambiente ni a los animales. No obstante, la dirección general de Recursos Hídricos establecerá los controles y analíticas necesarias sobre los pozos vecinos.

Éstas tienen dos objetivos principales: por un lado ver el posible nivel de toxicidad del agua en los pozos anejos e identificar si se habrían vertido productos que aún se encuentran almacenados en bidones de la nave.

Hay que recordar que al conocer los hechos, el pasado 30 de julio, el Govern abrió diligencias y estableció la medida cautelar de cierre y precinto de las instalaciones. Además, dado que el pozo del interior de la fábrica podía ser motivo de peligro, coordinadamente con la dirección general de Recursos Hídricos se decidió su vaciado de forma preventiva.

La primera vez se extrajeron 13.000 litros, que se encuentran precintados en la misma nave. El resto hasta 24.000 litros se trasvasaron a unos depósitos subterráneos que hay en el patio exterior.