Bernat Fiol, el portavoz de la asociación ecologista GADMA, exige que los torrentes tengan una distinción especial. El interlocutor asegura que desde el año 1999 llevan reuniéndose con los diferentes consellers de Medio Ambiente para intentar conseguir que se otorgue una figura jurídica a los torrentes de Balears, con el fin que "éstos queden protegidos y reconocidos, como el patrimonio natural que son, de una vez por todas".

Fiol explica que en estos últimos veinte años "se han llevado a cabo numerosas intervenciones en nuestros torrentes, muchas de las cuales no han hecho más que perjudicar su entorno. Así, a parte de su vegetación y su fauna, también se han visto seriamente dañados sus drenajes y sus cauces. Y todo ello con consecuencias muy graves, como es el caso de inundaciones cuando se producen fuertes precipitaciones". "A todo eso, -continua Fiol- hay que añadir el incivismo de muchos al convertir esos torrentes en vertederos de basura, e incluso en la desembocadura de aguas residuales procedentes de depuradoras municipales.

Un claro ejemplo lo pudieron comprobar, una vez más, un grupo de voluntarios de la asociación ecologista durante las tareas de limpieza que realizaron en el torrent de Rafal Garcès, a su paso por Binissalem, el sábado.