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Entrevista

Tomeu Ginard Palou: "Tenemos una Banda de Música con todos los eslabones generacionales"

"La Escuela optó por no perder su carácter popular. Tenemos muchos alumnos y no todos quieren ser profesionales"

Tomeu Ginard en una de la aulas de la Escuela de Música. biel capó

P ¿Cuándo nace su pasión por la música?

R Creo que soy músico de nacimiento, aunque el primer contacto fue a los once años cuando iba a la Escuela de los Padres Franciscanos. Entonces se organizó un grupo de guitarras para participar en las Matines... y participé. A partir de ahí empecé a estudiar solfeo en Artà y Palma, sin dejar de tocar en las bandas de los pueblos vecinos de Sant Llorenç y Son Servera. En este último participé en la reaparición de la banda local tras un tiempo sin tocar, de la mano del Director Miguel Serra.

P Esa pasión musical curiosamente le convirtió en el último usuario de la línea de tren Manacor

R Así es, yo acudía asiduamente por razones de estudios al conservatorio de Palma. Una mañana de julio de 1977 esperaba como siempre en la estación de Artà para poder tomar el tren, cuando se acercó a mí el Kefe, que era como llamábamos al encargado de la estación, y me preguntó qué esperaba allí sentado; yo le respondí que el tren para irme a Palma... "El tren ya no vendrá". La excusa era un proceso de renovación, pero la realidad es que tras 42 años el tren no ha vuelto.

P ¿En qué momento se pone al frente de la Escuela de Música de Artà?

R En mi adolescencia cuando estudiaba, la Banda estaba prácticamente dormida. Yo realicé la mili como músico tocando el trombón, lo que provocó que me licenciara a los 19 años coincidiendo con el cambio democrático en el país. El nuevo gobierno municipal salido de las urnas optó por salvar la Banda de Música, que prácticamente era una charanga que actuaba en fiestas relevantes formada por unos pocos músicos de avanzada edad, unos auténticos héroes que querían mantener la llama musical encendida en el pueblo. Para rescatarla se creó, en octubre de 1979, la Escuela de Música en el local de la antigua central eléctrica. Inicialmente tenía como misión formar a músicos para la Banda.

P ¿Cómo fueron aquellos primeros años?

R Prácticamente una misión imposible. No había costumbre, pero poco a poco fuimos haciendo. Yo empecé solo y con los años la escuela creció y comenzaron a venir más profesores. Cuando tuvimos la Banda salvada con músicos nuevos y jóvenes, la escuela creció y empezó a ofrecer clases de otros instrumentos, no solo de viento sino también de piano, canto coral, percusión, xeremies etc. En el primer gobierno de Gabriel Cañellas, con el decreto Gillet, nos convertimos en fundadores de la primera red de Escuelas de Música de la Comunidad Autónoma.

P ¿Por qué se optó en su día por una enseñanza no reglada?

R Para no perder el carácter popular que tiene la escuela. Tenemos muchos alumnos y no todos quieren ser profesionales de música. Aquí pueden desarrollar su inquietud; si deciden profesionalizarse, les facilitamos el camino.

P ¿Cómo fue su entrada en la Banda?

R Fue a finales de los sesenta, cuando aquella charanga que se mantenía me reclutó por la calle. Fue Miquel Mosca, que en aquel momento se encargaba y me pidió que colaborara con tocando los platillos... y así comencé.

P Pero usted termina haciéndose cargo

R Eran momentos en que la banda estaba salvada pero no tenía generaciones intermedias. Actualmente somos una banda donde todos los eslabones generacionales están cubiertos por músicos de todas las edades. Es un grupo humano muy bueno, lo que hace que también lo sea musicalmente. Todos estamos muy a gusto, incluso se han formado familias en los últimos años dentro del grupo.

P ¿Cómo nace una idea tan exitosa como el Vermut con Banda?

R Es una idea que nace de nuestro presidente, Gonzalo, que tiene descendencia gallega y a la vuelta de un viaje nos propuso hacer esto que había visto en un pueblo de Galicia. Al principio aquello de hacer un vermut a las doce del mediodía, en pleno agosto y con un sol abrasador, nos sonaba muy extraño... pero lo hicimos y fue un éxito y sigue siéndolo. Cada año tenemos más adeptos y hasta autocares que vienen de otros lugares de la isla para participar.

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