El ayuntamiento de Manacor ya está recopilando datos y redactando una lista con los nombres de los actuales trabajadores y exempleados del cementerio de Son Coletes, así como todos los exresponsables políticos del espacio municipal desde 1982, para poder ponerla a disposición judicial cuando sea pertinente.

Al mismo tiempo la juez decana de los Juzgados de instrucción de Manacor, que ha decretado el secreto de sumario del caso, ya está investigando de dónde proceden los más de 200 restos sin sepultar encontrados en una revisión rutinaria el pasado uno de agosto en diversas salas de la parte alta del camposanto, y si había transcurrido el tiempo legal para que estos cadáveres pudieran ser exhumados. Y es que se da la circunstancia de que la zona de nichos de donde provienen los restos y que fue reformada durante los años 1982 y 1983, pasó en ese tiempo de tener carácter de alquiler a ser privada.

En cualquier caso los centenares de cuerpos y esqueletos hallados no volvieron a sus sepulturas, con lo que ahora se abre una investigación para poder depurar responsabilidades. Hace dos años que murió el anterior responsable de son Coletes, y un año y medio desde que la nueva encargada cogió el mando.

Aunque la noticia saltó ayer de forma abrupta, fue el primer día de este mes cuando el nuevo concejal del área, Carles Grimalt y la regidora de Urbanismo, Núria Hinojosa, visitaron el cementerio para comprobar qué zonas estaban afectadas por humedades y cuáles podían ser las susceptibles de las reformas más urgentes.

Al llegar a la parte alta donde se encuentran tumbas y capillas a diferentes niveles, les llamó la atención una de las salas, cerrada con una puerta metálica con candado y con la cerradura herrumbrosa. Ambos ediles pidieron ver el interior, pero ni los responsables del cementerio tenían llaves ni en el Ayuntamiento se encontró ninguna copia, lo que hizo sospechar a Grimalt e Hinojosa.

Rápidamente decidieron forzar la puerta para descubrir un dantesco panorama, formado por cajas con cuerpos y restos, algunos identificados, pero todos ellos sin enterrar. En seguida pusieron el hallazgo en conocimiento del alcalde, Miquel Oliver, el jefe de la Policía Local, Manuel Prieto, la Policía Nacional y la juez decana del Partido Judicial de Manacor, Ana Salmerón, quien se personó para abrir las diligencias. A los pocos minutos se descubrieron al menos dos habitaciones más con más cuerpos sin sepultar, que fueron precintadas.

También se informó del tema a los portavoces de los demás partidos políticos de la oposición municipal, quienes han mostrado ya todo su apoyo y colaboración para esclarecer un tema tan sensible. Ahora deberá investigarse el conocimiento que los anteriores responsables tenían del grave problema, que podría constituir un delito de salud pública y contra el honor de los familiares.

Posible beneficio económico

Una de las hipótesis que se contemplan para explicar por qué los cuerpos fueron trasladados de sus nichos a las salas y después no fueron devueltos tras la reforma a su lugar, es que, curiosamente pasaron en esos años de ser de alquiler a ser de propiedad privada, con el consiguiente beneficio económico que eso podría haber conllevado.

Está previsto que este lunes tanto los concejales que hallaron los restos como el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, comparezcan en rueda de prensa para arrojar más luz al macabro descubrimiento y a los pasos políticos a seguir.

Un secreto conocido

La sorpresa que saltaba este jueves a la luz pública puede que no lo fuera tanto para determinados responsables y exempleados del cementerio de Manacor, ni tampoco para muchos exconcejales al mando del área durante las últimas décadas, que de forma voluntaria o no han ido dejando pasar una sospecha que era comentario también entre usuarios.