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Turismo

Comienzan las obras para transformar Can Guixe de Inca en un hotel urbano

El inmueble conservará su aspecto antiguo y albergará nueve habitaciones para un total de diecisiete huéspedes

El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, con el arquitecto y el propietario en la azotea del hotel. Pep Córcoles

El empresario Antoni Navarro ha iniciado las obras de adecuación del emblemático edificio de Can Guixe para convertirlo en el primer hotel urbano de Inca de los últimos 30 años. Navarro quiere mantener la identidad del histórico edificio, icono de las famosas galletas de Inca; por ello el nuevo establecimiento se denominaráHotel Antic Can Guixe.

Las obras se han iniciado en el interior con la limpieza de enseres que aún quedaban, testigos de la hasta hace poco actividad panadera del inmueble. Además se están empezando a derribar viejos tabiques para remodelar su interior y construir las habitaciones.

El hotel contará con un total de nueve estancias para huéspedes: ocho de ellas para una o dos personas y otra, más amplia, en el ático, con una pequeña terraza.

Navarro explica que la planta baja, que albergará la recepción, se mantendrá con el mismo estilo que ha tenido siempre y que recordará la zona de venta de la panadería. Conservará una parte de los mostradores, "pues lo que se pretende es dejar la identidad del lugar donde nacieron las galletas de Inca", sostiene Navarro.

Plazas

El edificio es anterior al año 1940, según datos del catastro, y está compuesto por una planta baja (el antiguo horno de Can Guixe), sótano y cinco pisos. El proyecto presentado en el Ayuntamiento especifica que, según la normativa turística vigente, albergará17 plazas.

El proyecto indica que la planta baja y el sótano serán destinados a zonas comunes y acceso al alojamiento. Las cinco plantas del edificio albergarán dos habitaciones dobles cada una, con sus respectivos baños en suite. Además, está prevista la instalación de un ascensor accesible en el patio interior para conectar las diferentes plantas.

La última planta, además de la habitación mayor, albergará también una pequeña cafetería para desayunos que estará abierta al público en general.

El empresario espera que el hotel pueda abrir sus puertas a finales de año pero matiza que "se hará lo posible para que al menos la planta baja, con sus servicios, se inaugure durante el Dijous Bo". La tradicional feria de Inca se celebra a mediados de noviembre.

La fachada del edificio se restaurará y preservará pues está protegida, al igual que algunos elementos ornamentales de la azotea. Con este hotel se pretende cubrir una carencia actual de la ciudad ya que no dispone de alojamientos para viajantes de comercio o turistas que busquen la oferta selecta, de tranquilidad, cultural y gastronómica del centro de la isla.

El presupuesto de las obras es de casi 700.000 euros.

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