P ¿Temió por una nueva huelga de basuras en Manacor
R Debemos partir de la base que las reclamaciones de los trabajadores son muy justas y que la huelga es un mecanismo para conseguir sus objetivos. Es bueno que haya tablas salariales sectoriales. Dicho esto, las reclamaciones sectoriales en Manacor están cubiertas con la última concesión.
P ¿Debería municipalizarse el servicio?
R Municipalizar te da un mayor control sobre el trabajo, y el margen de beneficio de la empresa puede repercutir directamente sobre el servicio. La actual concesión es heredada, así que lo que debemos hacer ahora es mejorar la gestión para que se aplique lo que está firmado.
P ¿Ponerse más duros?
R La actual concesión incluye mecanismos de control con la posibilidad de reducir la factura por los trabajos que no se hayan realizado. Y además hay que ir más allá si existen incumplimientos continuados o graves. Se trata de ser muy escrupulosos y no funcionar a golpe de aviso. En referencia a la municipalización a la que se refería, a partir de mediados de 2021 ya podremos plantearnos otras cosas.
P ¿Manacor está sucio también por el incivismo ciudadano?
R Es básico emprender campañas informativas, pero también estar a pie de calle con voluntariado informado de las conductas inadecuadas, como los excrementos de los animales domésticos o la proliferación de trastos y voluminosos al lado de los contenedores ordinarios, porque estoy convencido de que la mayoría de la gente que los deja es porque cree que o está bien hecho o desconocen que el Ayuntamiento tiene un servicio gratuito tres veces por semana para la recogida de esos voluminosos. Después es evidente que hay que sancionar si es necesario.
P ¿Por qué los jardines y plazas de Manacor están tan abandonadas?
R También es una concesión, en este caso de Melchor Mascaró y que pronto acaba. Creo que el trabajo no se está llevando a cabo de la forma deseada en líneas generales, sí en cuanto a jardinería ornamental. En cambio, la poda planificada o la limpieza de parterres y zonas de alcantarillado es lo que más falla. El nuevo contrato aumentará el precio del servicio y se establecerán cuatro bloques, dos grandes y dos más pequeños para empresas con finalidades sociales, porque está demostrado que incluso realizan un mejor trabajo que las profesionales del sector, y así ayudamos a visibilizar y dar salida a estos trabajadores que lo necesitan, fomentando la igualdad en el acceso a la oportunidades del trabajo.
P ¿Aumentará el protagonismo del peatón?
R Sí, pero sin obras faraónicas de adoquinado. Podemos llevar a cabo intervenciones baratas para priorizar a peatones, bicicletas, no nuevos transportes sostenibles como los patinetes... en muchos casos simplemente con zonas Acire o direcciones prohibidas. Después sí que también prevemos un estudio técnico de movilidad para ver cómo y hacia dónde hacemos crecer la zona peatonal del centro de Manacor o la primera línea de Porto Cristo. Mire, Manacor es una ciudad ideal por tamaño para ser caminada. Si usted planta un compás en el centro se dará cuenta que desde ahí hasta cualquier punto del extrarradio apenas hay doce minutos andando.
P ¿Por qué es tan complicado habilitar un carril bici coherente y no uno que aparezca o desaparezca por zonas como el actual?
R Porque pensamos que ese no debe ser el modelo. Es decir, actualmente el carril bici es como un zoo y lo que queremos es que sea como una sabana: el fin no está en crear un carril específico como lograr que se pueda ir de un sitio a otro en bicicleta de forma segura. En algunos casos no quedará más remedio que crear uno específico, como uno que una la ciudad con el polígono, por ejemplo. También hay que crear nuevos aparcamientos para bicis o habilitar espacios para ellas dentro de los que hay.
P ¿Ampliarán la red de escuelas rurales?
R Las tres operativas hasta el momento: Sa Murtera, el Puig d'Alanar y Son Talent funcionan muy bien y con una gran demanda. Falta por sumar a la red las de Son Negre y s'Espinagar, cuyo estado de conservación ya es muy preocupante. Son espacios para el pueblo que deben disfrutados pero cuya administración ambiental es mejorable. Hay que darles un trasfondo más potente.
P ¿A qué se refiere?
R Me refiero a que, en el caso del Puig d'Alanar podría convertirse entre semana, previo convenio con la conselleria de Educación, en un campo de aprendizaje escolar como El Palmer de Campos, con visitas y actividades ambientales. Y los fines de semana se podría seguir reservando para los vecinos como hasta ahora.
P ¿Los perros tendrán por fin un espacio en condiciones?
R Trasladaremos la actual zona acotada al lado del auditorio, que está en muy mal estado, al parque del Molí den Beió, donde se situaban los huertos urbanos; el espacio ya está vallado y el coste será cero.
P ¿Cuántos perros hay hoy en día en el municipio? ¿Son un problema?
R Ni más ni menos que 12.000 perros censados, aunque es un listado que debe actualizarse. Eso significa más del 25% con respecto a los habitantes cuando en Mallorca la media es del 18%. Con el cambio de ordenanza es importante incluir ciertas medidas para los dueños como el hecho de tener que diluir los orines. O poner en marcha el control genético de los canes mediante una ficha de ADN que después ayude a identificar a los propietarios que abandonen los excrementos en la vía pública. En cuanto a los perros peligrosos, en estos momentos son unos 400, mayoritariamente localizados en la costa. En estos momentos no suponen un problema.
P ¿Hay que aumentar las plazas ORA?
R La SAM es la herramienta [empresa municipal que se encarga del agua y los estacionamientos]. Creo que debe haber una racionalización de las plazas que tenemos y que el servicio no debe tener un carácter recaudatorio, sino rotatorio, proponiendo que la primera hora u hora y media sea gratuita, por ejemplo; o que en determinadas calles las plazas puedan liberarse por la tarde.
P Usted también se encarga de la política lingüística. ¿Cuál es la salud del catalán en Manacor?
R Hay más catalanoparlantes ahora que hace cien años. En Cataluña y aquí también. Otra cosa es el porcentaje que lo hable. En todo caso no debemos utilizar discursos derrotistas. Las escuelas permiten que los niños salgan conociendo la lengua propia. Lo que sí está claro es que en el sector público su conocimiento debe ser un requisito y desde el Ayuntamiento debemos potenciarlo en el lenguaje administrativo.
