Hasta ahora, habían trascendido las 'invasiones' de cabras salvajes en núcleos poblacionales de Calvià. Así se habían quejado en los últimos años, por ejemplo, algunos vecinos de la urbanización Costa d'en Blanes y también de Calvià vila, sorprendidos de la presencia de estos animales a las puertas de sus casas en busca de agua y comida.

Las altas temperaturas provocan que las cabras asilvestradas abandonen sus hábitats y desciendan a núcleos poblados.

El último entorno en que se han detectado no tiene nada que ver con una urbanización residencial. Se trata del campo de golf que linda con la montaña de na Burguesa.

Entre hoyos y bunkers

De esta forma, entre hoyos, tees, fosos de arena (bunkers), los jugadores pueden toparse también con un elemento poco habitual en el mundo del golf: cabras salvajes que buscan algo de sustento en estos tiempos en que el calor aprieta.

Este acercamiento de las cabras a los núcleos habitados lleva tiempo causando dolores de cabeza a las autoridades. Ya en 2017, alcaldes de la Tramuntana advertían de que estas cabras ocasionan perjuicios a la agricultura y a las propiedades, además de representar un peligro para la flora autóctona. A eso, afirmaban, hay que añadir los problemas de seguridad que crean en caminos y carreteras.

Playa de Formentor

Formentor

En destinos turísticos de la isla tan destacados como la playa de Formentor también se han producido estampas llamativas como la del campo de golf de Bendinat.

Sucedió el año pasado, cuando media docena de cabras asilvestrados bajó hasta la arena y se paseó entre las sombrillas y las tumbonas mientras buscaban algo de comida.

Como no podía ser de otra manera en esta era del selfie y de las redes sociales, los bañistas no desperdiciaron la oportunidad de inmortalizar ese momento con sus móviles.