Fieles y puntuales a su cita, los Cossiers acompañados de xeremiers honraron ayer a Sant Roc con su tradicional baile. La primera danza se realizó ante el ayuntamiento antes de empezar su recorrido por las calles del pueblo. Sus bailes representan la eterna batalla entre el bien y el mal, y aunque el diablo no participa en todas, siempre es vencido. Los Cossiers, acompañados por un gran número de vecinos, recorrieron las calles Porrossar, Sant Vicens Ferrer, Manyoles,Metge Jaume Colom, Avenida de la Constitució, Can Ros y Sant Roc, entre otras. Este año también bailaron delante de la casa del actual alcalde, Llorenç Perelló. En cada una de las paradas, los vecinos ofrecieron una mesa con comida y, sobre todo, bebida para calmar las elevadas temperaturas.

Arnau 'Caliu'

Sobre la una de la tarde, llegó el turno de las populares Carreres de Joies en la avenida principal de Alaró, junto a la calle Germans Perelló. Como grandes protagonistas, los Cossiers fueron los encargados de abrir la competición. Este año los policías locales también participaron en la correguda de joies para rendir un especial homenaje a Arnau Caliu, antiguo policía y gran admirador y partícipe de los Cossiers.

Ya por la tarde, los Cossiers protagonizaron el ball de L'Oferta en la Iglesia de Sant Bartomeu. Eso sí, el demonio se tuvo que quedar fuera. La procesión estuvo presidida por los representantes del ayuntamiento de Alaró y la ofrenda a Sant Roc.