Por séptimo año consecutivo, los nuevos Cossiers de Campos derrotaron a las fuerzas del mal, encarnado por el ‘dimoni’ en la fiesta de la Mare de Déu d’Agost. Los Cossiers y la Dama brindaron sus bailes, muy esperados por el público asistente. El bovo permitió interactuar con los más pequeños, que querían conseguir uno de los siurells que los componentes del grupo llevan atados a sus cinturas.

Por la mañana bailaron los Ossos antes de las Corregudes de Joies, que este año cambiaron de lugar para trasladarse a la plaza de sa Creu. Todo ello bajo el auspicio de la Associació Cultural Pinyol Vermell.