Consumir droga o llevarla encima tiene sus consecuencias. Más de un centenar de ciudadanos han sido sancionados en el último año y medio tras haber sido identificados por la Policía Local cometiendo lo que está tipificado como una infracción administrativa penada con 600 euros de multa.

El ayuntamiento de Sóller puso en marcha a finales del año 2017 el procedimiento recogido en la Ley de Seguridad Ciudadana que permite multar a aquellos que consumen o llevan sustancias estupefacientes en la vía pública. La puesta en marcha de este mecanismo se efectuó después de muchas demandas de la Policía Local, porque hasta la fecha las incautaciones de droga realizadas por los agentes municipales no se sancionaban por falta de personal administrativo que se ocupara de tramitar los expedientes sancionadores.

Con una reestructuración de personal, el Ayuntamiento comenzó a aplicarse las sanciones y a día de hoy han sido multadas un total de 109 personas de acuerdo con lo que establece la denominada Ley Mordaza. De acuerdo con los datos que ha ido recopilando el consistorio, durante el ejercicio de 2018 se tramitaron un total de 70 expedientes sancionadores, mientras que en el primer semestre de este año el número se sitúa en los 39 procedimientos. La práctica totalidad corresponden a tenencia y consumo de drogas, aunque hay expedientes sancionadores relacionados con desobediencias a la autoridad policial o desórdenes públicos (cinco casos).

Los procedimientos sancionadores siguen un complicado trámite que se puede alargar hasta un año, ya que durante el proceso requiere que el presunto infractor deba ser notificado hasta tres ocasiones distintas. Los datos revelan que la mayoría de personas que han sido multadas no espera que el procedimiento llegue a su final, ya que la gran parte ha preferido pagar a la primera notificación para así poder acogerse a una bonificación equivalente al 50% de la multa. De este modo pagan 300 euros. Otro detalle revelador es que la gran mayoría de infractores son jóvenes adolescentes de entre 18 y 20 años que han sido pillados fumando porros u otras sustancias estupefacientes en la calle.