La tradicional celebración del Ball de sa Cisterna en la esplanada del santuario de Sant Salvador de Artà, fue uno de los actos que pusieron ayer punto y final a los festejos patronales. Se trata de una danza antigua cuyo origen se desconoce, aunque hay datos históricos que indican que ya se celebraba en 1824. En la década de los noventa, la tradición fue recuperada por la agrupación folclórica Artà Balla i Canta. Tres parejas de bailarines de la asociación, acompañados por una banda sonora dels xeremiers danzaron alrededor de la cisterna situada junto al portal mayor. Por unos momentos se revivieron aquellas danzas que en tiempos de fiestas populares ofrecían a los jóvenes solteros del municipio la posibilidad de encontrar pareja.