Representantes de la conselleria de Medio Ambiente, el ayuntamiento de Montuïri y Recursos Hídricos mantuvieron ayer una reunión con los vecinos afectados por el vertido químico de poliol (el material con el que se fabrica la espuma de los colchones) que tuvo lugar la pasada semana y que inundó la calle Pere Capellà de un producto plástico de un color azul intenso que alarmó a los montuïrers.
En el encuentro se analizaron las posibles consecuencias del vertido y de los pasos que la administración debe dar para asegurar que éste no afecte a los pozos cercanos. De esta forma el consistorio enviaba ayer por la mañana un whatsapp informativo en el que señalaba que durante los últimos días técnicos municipales han realizado un registro de pozos con restricciones de consumo en la zona del Dau. "Esta iniciativa se ha realizado de forma coordinada entre el ayuntamiento de Montuïri y la conselleria de Medio Ambiente para facilitar posibles análisis. En los pozos que no hayan recibido ningún aviso, no existe ninguna restricción de consumo", aclara el Ayuntamiento, que dice que en cuando tenga más información al respecto la hará saber de inmediato a la población.
El pasado miércoles, un vertido de poliol procedente de la antigua fábrica provocó la rápida actuación del Ayuntamiento, quienes denunciaron los hechos ante Medio Ambiente del Govern y a la Guardia Civil a través del Seprona.
El vertido químico vino de la fábrica de la nave que fue vendida hace ya unos años y cuyos nuevos propietarios tenían la obligación de deshacerse de forma controlada y segura de todo el material químico todavía acumulado de una manera regulada.
