El portavoz del PSOE en Búger, Pere Torrens, manifiesta que las deficiencias detectadas por técnicos de Sanidad en la piscina municipal obedecen a una incorrecta gestión del sistema de depuración de la misma. Torrens responsabilizada de ello a Liniu Siquier (Més) que era la alcaldesa cuando se procedió en 2017 a "hacer una reforma en plan 'postureo' ecologista y cambió las máquinas de cloración del agua por otras que la trataban con sal".
La dirección general de Salud del Govern balear ha interpuesto una sanción de 11.000 euros al ayuntamiento de Búger por una serie de desperfectos e irregularidades existentes en la piscina municipal de la localidad, ubicada en el polideportivo.
El expediente sancionador se inició a raíz de una inspección efectuada por técnicos a la piscina en el mes de agosto del pasado año, según explicó el alcalde Pep Lluís Pons (Més) en el pleno ordinario celebrado hace una semana. Pons aseguró que el Ayuntamiento no tenía constancia de la sanción y el exalcalde Rafel Capó (PSOE) también apuntó en el pleno que durante su mandato no había recibido ninguna notificación sobre esta cuestión. Al parecer, la propuesta de sanción se formalizó el pasado 13 de diciembre.
Relevo de poder
Torrens sostiene que "cuando se produjo el relevo en la alcaldía y asumimos el mando municipal empezaron a llegarnos quejas sobre la transparencia del agua y la calidad de la misma". El edil socialista agrega: "Se nos comunicó la existencia de un expediente de sanidad, de forma verbal, puesto que jamás se ha comunicado oficialmente, y se hizo mirar qué ocurría. Se llegó a la conclusión de que las máquinas de sal eran insuficientes. Decidimos deshacer el entuerto y colocar un nuevo sistema de cloración que garantizase la salubridad del agua. Lo presentamos a pleno como una inversión financiera sostenible. La sorpresa es que Més, que ahora gobierna de nuevo, se sorprende por lo que ocurre, cuando votó en contra".
Los dos regidores de Més tomarán posesión en septiembre
Los dos nuevos regidores de Més de Búger que sustituyen a los dos que dimitieron deberán esperar al pleno ordinario que se celebrará en el mes de septiembre para tomar posesión, después de que ayer los socialistas votaran en contra de realizar un pleno extraordinario para su nombramiento al considerar que no era "una cuestión urgente".
