La dirección general de Salud del Govern balear ha interpuesto una sanción de 11.000 euros al ayuntamiento de Búger por una serie de desperfectos e irregularidades existentes en la piscina municipal de la localidad, ubicada en el polideportivo.

El expediente sancionador se inició a raíz de una inspección efectuada por técnicos a la piscina en el mes de agosto del pasado año, según explicó el alcalde Pep Lluís Pons (Més) en el pleno ordinario celebrado el pasado jueves por la noche. Pons aseguró que el Ayuntamiento no tenía constancia de la sanción y el exalcalde Rafel Capó (PSOE) también apuntó en el pleno que durante su mandato no había recibido ninguna notificación sobre esta cuestión. Al parecer, la propuesta de sanción se formalizó el pasado 13 de diciembre.

Según el informe elaborado por los inspectores que visitaron hace un año la piscina municipal de Búger, la infraestructura presenta una serie de irregularidades que deberán subsanarse cuando el Ayuntamiento disponga de una partida presupuestaria para ello. Algunos de los desperfectos detectados en la piscina son la falta de un caudalímetro, la falta de un programa de autocontrol, la falta de información al público sobre los componentes del agua, la inexistencia de material divulgativo sobre las medidas a tomar en caso de exposición solar elevada o traumatismos, el incumplimiento de las condiciones higiénico-sanitarias de la instalación y que los salvavidas no tengan cuerda, entre otras irregularidades plasmadas en el informe.

Inversión

El problema del Ayuntamiento es que gestiona con un presupuesto prorrogado del pasado año, por lo que no puede habilitar una partida específica para solventar las irregularidades de la piscina. El alcalde asegura que entre septiembre y octubre, el equipo de gobierno presentará una propuesta de presupuestos de 2018 y también de 2019 para hacer frente a las obras, cuyo presupuesto ha sido calculado en primera instancia en unos 30.000 euros.

Respecto al pago de la sanción, Pons explica que se está valorando si se reconocen los hechos y se paga sin alegaciones, lo que rebajaría la cantidad en un 40 por ciento, o bien se presenta recurso.

Por otra parte, el pleno celebrado en Búger el jueves aceptó la dimisión de los dos ediles de Més que han decidido dejar la corporación por diferentes motivos. Se trata de la exalcaldesa Liniu Siquier y de la regidora Cati Guasp, que serán sustituidos en el pleno por Ursula Perelló y Oscar Castro, que figuraban en los siguientes puestos de las listas electorales de Més per Búger.