El ayuntamiento de Sant Llorenç des Cardassar ha establecido un plan de seguridad ante la próxima celebración sus fiestas patronales que tendrán lugar a principios del mes de agosto. En estas fechas, habrá una importante novedad respecto a los últimos años, ya que no se permitirá aparcar en el cauce del torrente por motivos de seguridad, una medida que se adopta después de la riada mortal del pasado 9 de octubre.

Durante los próximos días 10, 12 y 14, se pondrá en práctica un dispositivo policial que se encargará de controlar el acceso al centro urbano de pueblo. Únicamente podrán tener acceso los vehículos de residentes. El resto de coches deberán desviarse a unas zonas de aparcamiento que el Consistorio llorencí tiene previsto habilitar fuera del casco urbano.

De esta forma, quedará totalmente prohibido estacionar dentro del cauce del torrente, a través del acceso que tiene la carretera de Artà-Manacor, en su paso por el pueblo y que solía albergar una gran acumulación de vehículos. El nuevo plan de seguridad establecido después de la torrentada del pasado 9 de octubre lo impide.

El problema del botellón

Con esta medida, además, se pretender evitar la extensión de un fenómeno que en los últimos años estaba llevando de cabeza a las autoridades políticas municipales: el botellón.

La proliferación de grupos de jóvenes que quedaban para beber en este punto es una moda que se ha ido instaurando en el centro urbano del pueblo durante los festejos patronales, una circunstancia que ha sido motivo de muchas quejas vecinales.

Con el nuevo plan de seguridad implantado por el ayuntamiento de Sant Llorenç, la distribución de las zonas de aparcamiento queda de la siguiente manera.

En primer lugar, el día 10 de agosto, en que se celebra la festividad del patrón y coincidiendo con la celebración de la Fira Nocturna, el aparcamiento se habilitará cerca del recinto de la estación ferroviaria, lugar donde se celebra el evento.

Con posterioridad, los días 12 y 14 de agosto, las zonas de estacionamiento se distribuirán cerca de la unidad sanitaria actual y otra en la entrada al pueblo por la carretera de Manacor. La Fira Nocturna y la Cursa popular 'Més sana que un gra d'all' son dos de los eventos que más gente congregan en el municipio, por lo que las autoridades locales pretenden regular el tránsito de vehículos y evitar los botellones que celebran los más jóvenes durante las fiestas, especialmente el día de la Cursa o de las verbenas populares.

13 víctimas

La reordenación viaria es una consecuencia de la tragedia que vivió toda la comarca del Llevant (Sant Llorenç, Son Servera, Artà y Capdepera), el pasado 9 de octubre. El balance fue desolador: 13 personas murieron, de las cuales 10 mientras circulaban en sus vehículos y tres, en sus casas.

La devastadora riada, que se produjo después de que se llegasen a registrar lluvias de hasta 250 litros por metro cuadrado en apenas una hora, provocó también cuantiosos daños materiales.

La torrentada dañó severamente más de 300 vehículos y otras tantas viviendas, que quedaron anegadas. Según las primeras estimaciones del Govern, el valor de esos daños materiales alcanzó los 91 millones de euros.

El Gobierno central hizo una declaración de zona catastrófica después de la peor catástrofe natural de la historia reciente de Mallorca.