Algunos les llaman dreamers, pero ellos solo apuestan por la simplicidad, una simplicidad innovadora que demuestra que la movilidad eléctrica en el mar es una realidad. "Convencidos de que se pueden hacer las cosas con menor impacto ambiental", el ingeniero suizo Mark Wüst y Antoni Font, activista ecologista y consultor ambiental, crearon Ocean Observer, la empresa que ha impulsado el proyecto del HYBO39, un barco de doce metros que demostrará que "la movilidad eléctrica en el mar es una realidad y que se pueden construir embarcaciones solventes para usos profesionales". De hecho, es la primera embarcación construida en Mallorca con estas características. El HYBO39 realizó ayer las pruebas de estabilidad en aguas de Portocolom y sus creadores confían en que en unas dos semanas la embarcación pueda surcar el mar [vea aquí las imágenes.

Además de Mark Wüst y Antoni Font, Marc Balaguer de Carpintería Naval Mallorca en Portocolom ha sido el mestre d'aixa encargado de hacer realidad la construcción de esta embarcación sostenible. "Con estas características no se ha hecho nada igual en la isla", asegura Font, que explica que aún debaten el nombre con el que bautizarán a esta embarcación eléctrica y sostenible. "Es un barco seguro, ligero, fiable y respetuoso con el medio ambiente", definen.

"Me sumé al proyecto porque me di cuenta de que este barco sería una buena idea para progresar en el tema de la movilidad eléctrica en el mar y pacificar el tema marítimo", confiesa Font, que recuerda que Mark Wüst fue el constructor del primer catamarán con propulsión eléctrica Sun 21 que cruzó el Atlántico en 2007. Desde 2011, Font suma más de 3.000 millas navegadas en eléctrico en el WWF Solar, el nuevo nombre del Sun 21 desde que es el barco de las campañas de WWF España.

La construcción

El HYBO39 nació en septiembre de 2018. "Es un proyecto de innovación", sentencian. Es un barco de madera de doce metros que tan solo pesa tres toneladas. Construido con materiales renovables, no utiliza fibra de vidrio. Sus creadores han optado por la fibra de lino. Font detalla que está construido con la "técnica de moldeado en frío", una técnica que "conecta con nuestra filosofía de simplicidad y baja huella ecológica" porque es simple, mantiene la conexión con las técnicas tradicionales, es intensiva en mano de obra, tiene una baja intensidad en usos de recursos y permite maximizar el uso de madera.

La construcción, rememora, empezó con el diseño de un casco en Autocad en Suiza que se envió a la compañía Cut& Go, que programó una máquina robotizada que en pocas horas cortó las 15 secciones que definen las líneas de agua del barco. Estas piezas se enviaron al taller de Marc Balaguer que empezó la construcción del casco del barco. La embarcación fue tomando forma y para proteger la madera y obtener un acabado resistente en vez de usar fibra de vidrio se usó fibra vegetal de lino. "La embarcación es extraordinariamente ligera ya que pesa tres toneladas", remarca Antoni Font. A partir de enero, la construcción de la cubierta, la cabina y los interiores avanzaron a buen ritmo hasta que este lunes el HYBO39 tuvo su primer contacto con el mar para las pruebas de estabilidad. "Es un barco nuevo. No existe ninguno igual. Ahora tenemos que añadir 1.200 kilos de lastre. Hemos utilizado una técnica tan estricta con el uso de pocos recursos naturales que es tan ligero que le falta colocar peso para que navegue adecuadamente", razona Font, que detalla que el consumo de energía de 5kts otorga una operatividad de 14 horas (70 millas).

Y tras estas pruebas y los últimos retoques se tramitará la documentación para que la embarcación más sostenible navegue por aguas mallorquinas. "La vocación es que la gente lo toque, es decir, que no sea un barco privado", reconoce Font. A partir de aquí, admite, hay un gran abanico de posibilidades: desde una empresa charter a crear un club de navegación o una ONG dedicada a la conservación del mar. "Lo que queremos es demostrar que se puede navegar contaminando menos".