Hace pocas semanas que los pequeños están de vacaciones, pero las polémicas para el próximo curso ya han empezado. "En el segundo ciclo de infantil del colegio público de Santa Maria hay 50 niños para dos clases, es un ratio muy alto que puede afectar a la calidad educativa de nuestros hijos", denuncian los padres, que añaden que varios niños se han quedado sin plaza en su primer año de escolarización, "teniendo que irse o a la concertada o a otro pueblo".
Según la normativa de la Conselleria, para este ciclo las clases pueden tener un máximo de 20 personas, y si hay más de 22 se tendría que desdoblar, es decir, crear otro grupo. En casos excepcionales, se podría aceptar una clase de 25 niños pero con un profesor de apoyo un cierto número de horas. "La Conselleria nos ha confirmado que habrá el docente de apoyo las horas que tocan, legalmente está bien", confirma una de las profesoras del CEIP Melcior Rosselló i Simonet de Santa Maria.
Falta de instalaciones
La docente lamenta que el centro "está totalmente masificado y que no hay espacio físico para hacer la tercera vía". Así, afirma que de la biblioteca se ha tenido que hacer otra clase, al igual que con el aula de inglés o el aula preparada para la psicomotricidad de los pequeños. La profesora apunta que la biblioteca se ha tenido que poner en un aula prefabricada.
"La Conselleria no quiere que los alumnos estén en aulas prefabricadas, y el espacio ya se está quedando pequeño", explica la docente. Otro ejemplo es el gimnasio que, según la profesora, se ha quedado muy pequeño y algunos cursos tienen que hacer Educación Física en el patio.
Plataforma de los padres
Los padres han creado una plataforma con la que tienen dos peticiones: A corto y medio plazo la mejora y ampliación del centro educativo. En segundo lugar, la creación de otro centro público para abastecer la gran cantidad de alumnos que tiene la escuela, predicando que "una escuela con tantos niños no tiene una buena educación".
En la plataforma, a parte de los padres, también están algunos de los profesores, que según explican los progenitores han calificado esta situación de inviable. Por ahora, la Conselleria tiene un proyecto con los planos para aumentar las instalaciones que finalizará, según las previsiones, en el año 2023. "Nosotros las soluciones las queremos ahora, no en 2023", piden los padres, aunque la docente señala que para este año "poco se podrá hacer.
