Después de las repetidas quejas recibidas por parte de vecinos por la excesiva velocidad a la que circula un número importante de conductores por las calles del casco urbano, superando con creces el límite permitido de los 30 km/h, la Policía Local ha empezado a utilizar un dispositivo de radar con el cual realizará, de manera regular, controles en diversos puntos del pueblo para vigilar la velocidad de coches y motos.

Hace unos ocho meses fueron instalados unos paneles digitales informativos en tres calles que soportan mucha circulación, como son Guillem Martí, camí de s'Aigua i camí de Pedàs, a través de los cuales se informa a los conductores de la velocidad máxima en el casco urbano. Ahora van a ser instalados tres más de esos paneles.

El nuevo radar es un dispositivo móvil que podrá estar colocado sobre la misma calzada o en el coche-patrulla. Al ser detectado un infractor, el radar, de manera automática, realiza una foto y en una PDA aparece la imagen del vehículo, la velocidad a que circulaba en ese tramo e incluso el importe de la multa en función de los kilómetros en que superaba la velocidad permitida.

Cabe señalar que en una vía pública se puede circular a un máximo de 30 km/h. En caso de alcanzar una velocidad de 50 km/h, el infractor podría enfrentarse a una sanción de 100 euros, cuantía que podría llegar hasta los 300 euros si se conduce entre 51 y 60 km/hora.