El emblemático chiringuito de Cala Torta no volverá a abrir. Así lo dictamina la nueva orden recibida por la familia Fernández-Silva (concesionaria del establecimiento de playa durante los últimos 36 años) este pasado lunes, en la que se estipula que no cabe recurso al cierre notificado hace tres semanas por Demarcación de Costas. De esta manera está previsto que durante los próximos días empiecen a desmontar parte del mobiliario y elementos de la cocina que son de su propiedad.

"Estamos muy decepcionados por tener que hacerlo en pleno julio y con la temporada en marcha, pero hasta aquí hemos llegado y cumpliremos con lo que nos han notificado", señala Juan Lliteres, concejal del PP de Artà y parte de la familia que regentaba hasta ahora el chiringuito. "Teníamos claro que la concesión estaba caducada desde el 29 de julio de 2018, pero no la nuestra, sino la de todos los chiringuitos de España, y eso no ha impedido que muchos y de mayores dimensiones aún sigan funcionando", protesta. "De esta forma seis personas se van al paro y sus familias lo sufrirán".

El pasado 11 de junio Demarcación de Costas ordenó el cierre de las instalaciones del chiringuito de Cala Torta, al tiempo que levantó acta de reversión del dominio público ocupado. El Ministerio para la Transición Ecológica declaraba extinguida la concesión y denegaba una solicitud de prórroga extraordinaria, al no ser los solicitantes los titulares legítimos del chiringuito y estar fuera de plazo. La concesión de Cala Torta provenía de una primera autorización a partir de una Orden Ministerial de 1968, hace más de 50 años.

La hasta ahora concesionaria del chiringuito dice que dejará la instalación tal y como esté después de llevarse lo que es suyo, y se desentiende de la demolición de la parte construida: "Entendemos que es responsabilidad del ayuntamiento de Artà".

El consistorio artanenc, por su parte, pese a que dice que le corresponde a la concesión hacerse cargo de la demolición, ya incluyó esta partida dentro del proyecto de regeneración del espacio dunar de Cala Torta, financiado por el Consorcio de Alojamientos Turísticos (CBAT) con 151.500 euros.

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