El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre Ochogavía (Tots per Pollença) pasará a cobrar 53.000 euros brutos anuales cuando hasta la fecha el presidente de la corporación percibía 37.750 euros al año, lo que supone un 40 por ciento más. Así lo aprobó esta mañana el pleno de Pollença con los votos a favor de Tots, UMP; los votos en contra de Alternativa, Unidas Podemos y Junts per Pollença y la abstención del edil de El Pi.

Los regidores con dedicación exclusiva percibirán la cantidad de 46.000 euros anuales, un 32 por ciento más que los 34.692 euros que cobraban hasta ahora. Los ediles con una dedicación parcial del 75 por ciento cobrarán 34.500 euros, un 42 por ciento más, ya que el salario estipulado actualmente es de 24.289 euros al año.

Por su parte, los tenientes de alcalde con delegación percibirán, según la propuesta de alcaldía, 18.000 euros anuales, mientras que los ediles con delegaciones cobrarán 16.800 euros. Los portavoces de los grupos municipales recibirán 8.400 euros anuales y los regidores sin delegación, 7.000 euros. También se aprobó una asignación fija de 1.200 euros por cada grupo político y de 700 euros por cada concejal.

Esta aprobación provocó un amplio debate en el que la oposición expuso razones por las que recriminaba dichos incrementos calificándolos de forma generalizada como "difíciles de comprender para los contribuyentes".

Miquel Àngel March, portavoz de Junts, y alcalde hasta las pasadas elecciones, dijo que defendía un sueldo digno pero que no imaginaba que se iba a proponer "un aumento tan desmesurado". El edil lanzó una propuesta de enmienda para que la subida fuera de un seis por ciento gradual; es decir, incrementar ese porcentaje cada año. Tomeu Cifre defendió la propuesta de alcaldía argumentando que "la subida no es más que la aplicación del IPC desde el año 2007, lo cual se traduce en un 20,3 de IPC acumulado, puesto que en los años posteriores se bajó el sueldo".

Cifre explicó a la corporación que "se bajó el sueldo por una grave crisis financiera municipal, y en 2015 ustedes lo hicieron por exigencia de Alternativa para darles su apoyo en la investidura. Ahora, normalizada la situación económica, lo que se hace es dignificar el sueldo de los representantes públicos".

Otro de los puntos polémicos y largamente debatidos fue el de la periodicidad de plenos. Los grupos de la oposición recriminaron que se pasen a celebrar cada dos meses en lugar de mensuales. Cifre aseguró que "antes, al no tener reglamento de funcionamiento de los plenos se producía un abuso de presentación de propuestas y no acabábamos con un pleno cuando ya estábamos en otro".

El alcalde propuso que se apruebe un reglamento y "después ese mismo reglamento será el que indique la periodicidad. Así no tendremos que recurrir a tradiciones". No obstante los grupos de la oposición insistieron en criticar que "si a pleno se nos trae cada dos meses, se nos impondrá igualmente por reglamento". Agregaron que con esa propuesta se pierde "transparencia".

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